La reciente advertencia sobre una nueva modalidad de estafa en cajeros automáticos ha generado una preocupación generalizada entre los pensionistas, trabajadores y usuarios en general. La Guardia Civil ha identificado esta astucia delictiva que ha afectado a numerosas personas que realizan transacciones bancarias en cajeros automáticos.
Aunque las estafas en cajeros no son algo nuevo, la creatividad de los delincuentes para perpetrarlas continúa en aumento. Por lo tanto, estar informado y alerta se convierte en la mejor defensa contra estas artimañas. En este caso particular, la sorpresa radica en que los estafadores han encontrado la manera de robar sin necesitar la tarjeta de débito o crédito, utilizando en su lugar otros datos personales de las víctimas.
Los casos de robo en cajeros automáticos tienden a incrementarse hacia finales y principios de mes, períodos en los que la mayoría de las personas reciben sus pagos, ya sea pensiones, salarios u otros ingresos. Este aumento de actividad bancaria conlleva un mayor riesgo de caer en estafas y fraudes.
La nueva estafa en los cajeros automáticos
La nueva modalidad de estafa en cajeros es particularmente sofisticada y va más allá de la simple clonación de tarjetas o el robo durante la transacción. Se basa en la obtención de datos personales de las víctimas a través de diversas fuentes, como anuncios en línea donde se solicitan detalles de contacto para ventas de objetos.
Una vez en posesión de esta información, los estafadores contactan a la víctima bajo el pretexto de estar interesados en la compra de algún artículo anunciado. Solicitan la reserva del producto y simulan realizar un pago a través de Bizum, una plataforma de transferencias instantáneas. Sin embargo, el verdadero objetivo es obtener acceso a la cuenta bancaria de la víctima.
Los estafadores argumentan que la transferencia por Bizum ha fallado y persuaden a la víctima para que revele su banco, prometiendo hacer el depósito a través de un cajero automático. Buscan específicamente cajeros que no requieran el uso de tarjeta, únicamente el número de móvil y un código de la aplicación bancaria.
Una vez frente al cajero, los estafadores solicitan al usuario el código temporal que aparece en la aplicación del banco, alegando que es necesario para completar la transacción. Con la confianza ganada, la víctima proporciona el código, permitiendo así que los delincuentes realicen el retiro del dinero.
Cómo evitar estas estafas
Ante esta modalidad de estafa, la Guardia Civil aconseja a los ciudadanos mantenerse informados sobre nuevas formas de fraude, desconfiar de ofertas que prometen ganancias fáciles, no divulgar información personal por medios no seguros y tomar precauciones al utilizar cajeros automáticos. En caso de ser víctima de una estafa, se recomienda contactar a las autoridades pertinentes y presentar una denuncia.
La prevención y la concienciación son claves para evitar caer en este tipo de engaños. Es esencial educar a la población sobre los riesgos asociados con compartir información personal en línea y sobre cómo identificar y evitar posibles estafas. Los bancos y las autoridades también desempeñan un papel crucial en la lucha contra el fraude, implementando medidas de seguridad más sólidas y proporcionando recursos para ayudar a los clientes a protegerse contra estas amenazas. En última instancia, solo con un esfuerzo conjunto de la sociedad, las instituciones y las autoridades se puede minimizar el impacto de estas estafas y proteger mejor los activos financieros de los ciudadanos.