La Dirección General de Tráfico (DGT) está considerando una actualización significativa en la clasificación de las etiquetas medioambientales para vehículos, según lo ha confirmado su director general, Pere Navarro.
Este cambio potencial, que ha sido descrito de manera deliberadamente ambigua para evaluar la reacción pública, tiene varias opciones en consideración y busca reflejar las necesidades y opiniones de todos los implicados, incluidos usuarios, fabricantes y la propia DGT.
Navarro ha indicado que, aunque no se ha tomado una decisión definitiva, el proceso de cambio está en marcha y se están evaluando diversas alternativas. La DGT reconoce la necesidad de revisar la actual clasificación de etiquetas, que ha sido objeto de críticas por ser demasiado permisiva con ciertas tecnologías híbridas. Estas tecnologías, en lugar de reducir las emisiones y el consumo de combustible, pueden resultar incluso más contaminantes en algunos casos.
Los coches que la DGT quiere restringir
En particular, los vehículos híbridos enchufables, que actualmente gozan de la etiqueta «Cero», han sido señalados por ofrecer ventajas que no se encuentran en otros países europeos. Esta situación podría cambiar, afectando directamente a estos vehículos y a los de tecnología híbrida ligera. Las etiquetas medioambientales influyen en aspectos como la capacidad de estacionar de forma gratuita en zonas reguladas o la posibilidad de usar carriles de alta ocupación (VAO). Estas ventajas están ahora en el punto de mira y podrían modificarse con la nueva clasificación.
Uno de los puntos clave destacados por Navarro es que cualquier cambio en la clasificación de etiquetas afectará exclusivamente a los coches nuevos. Esto significa que los vehículos ya matriculados mantendrán sus etiquetas actuales y no perderán los beneficios asociados a ellas. Por tanto, no se aplicará una medida retroactiva que altere la clasificación de los coches ya en circulación.
Equilibrio entre las ventajas de los coches
La actualización busca equilibrar las necesidades ambientales con las ventajas ofrecidas a los usuarios de vehículos híbridos y eléctricos. Navarro ha enfatizado que el proceso incluirá consultas con todas las partes afectadas para alcanzar un consenso. La DGT pretende adaptar la clasificación a las realidades actuales del mercado y las tecnologías disponibles, asegurando que los incentivos se alineen con los objetivos de reducción de emisiones.
Este posible cambio responde a una tendencia observada en otros países europeos donde las políticas medioambientales son más estrictas. La revisión de la clasificación busca alinear a España con las mejores prácticas europeas y fomentar el uso de tecnologías verdaderamente limpias y eficientes.
La revisión de la clasificación de etiquetas medioambientales por parte de la DGT refleja un esfuerzo por modernizar y hacer más efectiva la política ambiental en el sector automovilístico. Con la consulta y participación de todas las partes interesadas, la DGT espera implementar cambios que promuevan una movilidad más sostenible y responsable, ajustando las ventajas actuales a una realidad tecnológica y ambiental más rigurosa. El objetivo es claro: incentivar la adopción de vehículos que realmente contribuyan a la reducción de emisiones y al mejoramiento de la calidad del aire, alineando así las políticas nacionales con los estándares europeos.