La OCU ha planteado una solicitud a la DGT con el objetivo de revisar y actualizar las etiquetas medioambientales que clasifican los coches según lo que contaminen.
Según la OCU, estas etiquetas, se introdujeron hace una década con el objetivo de distinguir los coches según su impacto ambiental, ya no reflejan la realidad de las emisiones de los coches actuales, generando situaciones que consideran incoherentes.
Las etiquetas de la DGT fueron creadas con el fin de concienciar a los conductores sobre las tecnologías que contaminan más o menos, y han jugado un papel crucial en la implementación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Sin embargo, la OCU argumenta que el sistema actual de etiquetado no tiene en cuenta las emisiones reales de los vehículos, sino que se basa en el tipo de motor, lo que conduce a inconsistencias significativas.
La denuncia de la OCU a la DGT
Para mostrar estas incoherencias, la OCU proporciona varios ejemplos de vehículos con etiquetas «ecológicas» que en realidad tienen un consumo bastante elevado. El Mercedes GLS 600 4 Matic, un mild hybrid con un consumo de 13,9 l/100 km, y el BMW X5 M Competition, también un mild hybrid con un consumo de 12,9 l/100 km, ambos con etiqueta ECO. El Toyota Aygo X Cross, un coche de gasolina con un consumo homologado de 4,8 l/100 km, posee una etiqueta C, a pesar de su menor impacto ambiental.
Esta diferencia en el etiquetado nos lleva a paradojas como la de un dueño de un coche eficiente que no puede entrar en ciertas áreas urbanas restringidas, mientras que alguien con un híbrido enchufable de alta potencia y consumo elevado puede hacerlo sin restricciones e incluso disfrutar de beneficios como el estacionamiento gratuito.
Propuestas de la OCU a la DGT
La OCU insiste en que el sistema de etiquetas debe ser revisado para basarse en las emisiones reales de los vehículos y no simplemente en el tipo de motor. Entre las medidas propuestas para mejorar la movilidad y hacerla más equitativa, la organización sugiere:
- Fomentar el renting asequible de coches eléctricos urbanos para personas con menos recursos que no pueden permitirse comprar un vehículo nuevo.
- Ampliar las ayudas para la compra de coches de bajas emisiones, incluyendo a los ciudadanos vulnerables.
- Extender las ayudas del Plan Moves a coches de segunda mano con etiqueta Cero Emisiones de más de 12 meses.
- Aumentar las redes de puntos de recarga de coches eléctricos, incluyendo un sistema de pago único y la instalación de cargadores lentos en áreas urbanas.
- Fomentar el transporte público, con una amplia red de carriles bici protegidos y conectados, peatonalización de zonas históricas y comerciales, e intermodalidad entre diferentes medios de transporte.
- Señalizar la entrada a las ZBE, tanto en la carretera como en los laterales, incluyendo dispositivos luminosos.
- Construir parkings disuasorios gratis en los límites de las ZBE, bien conectados con el centro mediante transporte público.
- Permitir un número limitado de accesos anuales a las ZBE para coches sin etiqueta, facilitando entradas en casos de emergencia o visitas turísticas esporádicas.
- Informar claramente sobre las restricciones en cada ciudad y diseñar las ZBE de manera que los habitantes puedan planificar adecuadamente.
- Implementar mejoras ambientales integrales en determinadas zonas de las ciudades, no solo medidas recaudatorias.
- Crear una página web actualizada que informe sobre todas las zonas de bajas emisiones, facilitando el conocimiento de las restricciones para personas no residentes.
La OCU subraya que estos cambios que pide a la DGT son esenciales para garantizar que las medidas medioambientales no se conviertan en una barrera para la movilidad, especialmente para aquellos con menos recursos económicos.