Todos los expertos coinciden en un detalle importante al repartir una herencia: evitar que los herederos paguen por las deudas. Esto implica realizar ciertos trámites que serán sencillos si consultamos a especialistas. De lo contrario, nos arriesgamos a que todos ellos rechacen la herencia para evitar hacer frente a más gastos que beneficios económicos.
El proceso sucesorio para repartir los bienes de una persona fallecida, cuenta con distintas opciones dependiendo de cada caso. Uno de los más frecuentes es que los herederos la rechacen, por la acumulación de deudas que implica pagar una gran cantidad de dinero por ella.
En cualquier caso, la opción de rechazar la herencia siempre está presente. Es decir, en España, según la normativa actual que establece el Código Civil, los beneficiarios de los bienes de una persona fallecida pueden rechazar quedarse con ellos si así lo deciden.
¿Qué ocurre si todos rechazan la herencia?
A pesar de que podamos pensar que no ocurre, existen casos en los que todos los herederos rechazan su parte de la herencia por distintas razones. El futuro de los bienes y el patrimonio dependerá de si hizo o no testamento legal.
Si existe testamento, en el artículo 912 del Código Civil se explica que deben proceder a la sucesión intestada. Así, se seguirá el siguiente orden para repartir los bienes:
- Los descendientes.
- Los ascendientes
- El cónyuge viudo.
- Los hermanos.
- Los sobrinos.
- Todos los demás parientes hasta el cuarto grado.
Si todos renunciaran a su parte de los bienes y el patrimonio familiar, finalmente heredaría el Estado. Esto quiere decir que la herencia pasaría a estar en manos del Estado, que ingresará lo heredado en el Tesoro Público.
Reparto de la herencia sin testamento
En el supuesto de que los herederos la rechacen y no exista un testamento vigente, ocurriría de la misma forma que en el caso anterior. Esto quiere decir que si nadie quiere recibirla como legado, será el Estado el que se quede con todo el patrimonio del fallecido.
El Estado repartirá los bienes entre el Tesoro Público, y dos tercios del valor del caudal se invierte en fines de interés social. Una de las cosas que hay que tener en cuenta, es que no heredan las deudas de la persona fallecida.
Es decir, solo responde de las deudas de la herencia hasta donde alcancen los bienes de la misma. El organismo no tiene que pagar aquellas deudas que superen el valor de la herencia. Por lo tanto, esto es lo que ocurrirá en caso de que todos los herederos rechacen la herencia si es porque tiene muchas deudas incluidas.
En cualquier caso, los expertos siempre recomiendan evitar que los herederos se queden con todas nuestras deudas. Para hacerlo de la forma más rápida y cómoda posible, lo mejor es contar con la ayuda de expertos que nos ayuden a dejar todo bien repartido.