La movilidad sostenible está evolucionando y, mientras los coches eléctricos han ganado terreno en los últimos años, otra opción se está abriendo paso, los coches de hidrógeno.
Aunque esta tecnología todavía se enfrenta a grandes desafíos, se está posicionando como una alternativa limpia y eficiente a los vehículos eléctricos e híbridos. Sin embargo, si estás pensando comprar un coche con esta tecnología, es crucial que conozcas cuánto te costará llenar el depósito con hidrógeno.
Evolución del hidrógeno
El hidrógeno se presenta como un combustible del futuro que está comenzando a atraer la atención de algunos fabricantes de automóviles. A diferencia de los coches eléctricos que dependen de baterías, los coches de hidrógeno utilizan este gas para generar electricidad a través de una reacción química, lo que alimenta sus motores eléctricos. Además, existe otra vertiente en desarrollo, donde los motores tradicionales de combustión son adaptados para funcionar con hidrógeno.
Marcas como Toyota y BMW están apostando por la primera opción, mientras que Mazda ha demostrado que es posible modificar los motores convencionales para funcionar con hidrógeno. Aunque esta tecnología aún no es masiva, los defensores del hidrógeno señalan que ofrece ventajas clave: mayor autonomía, menor tiempo de recarga y, potencialmente, un coste de producción más bajo una vez que la infraestructura esté más desarrollada.
El coste de llenar un depósito de hidrógeno
Ahora bien, una de las preguntas más comunes cuando se habla de coches de hidrógeno es cuánto cuesta realmente llenar el depósito. A día de hoy, el precio del hidrógeno ronda los 10 euros por kilogramo, y la mayoría de los coches de hidrógeno pueden almacenar entre 5 y 6 kilogramos de este gas. Esto significa que llenar completamente el depósito puede costar entre 50 y 60 euros. Con un depósito lleno, es posible recorrer entre 500 y 600 kilómetros, lo que coloca al hidrógeno en una posición competitiva respecto a los coches eléctricos e incluso algunos vehículos de combustión interna tradicionales.
En cuanto al tiempo de recarga, una de las grandes ventajas del hidrógeno es que llenar el depósito apenas lleva unos 5 minutos, lo que contrasta favorablemente con los largos tiempos de carga de las baterías de los coches eléctricos.
A pesar de las ventajas potenciales del hidrógeno como combustible, su principal limitación actual es la infraestructura de suministro. El hidrógeno es un gas extremadamente volátil y requiere tanques de alta presión para su almacenamiento. Además, su distribución exige estaciones especializadas, conocidas como hidrogeneras, que aún son muy escasas. De hecho, en España solo existen 11 hidrogeneras, de las cuales solo 2 son de acceso público. En otras partes del mundo, como en California, la red de hidrogeneras es más avanzada, pero sigue siendo insuficiente para una adopción masiva.
El coste de instalar una hidrogenera es considerablemente alto, lo que limita su expansión, especialmente en regiones donde todavía hay pocos coches de hidrógeno circulando. Actualmente, se estima que hay alrededor de 11.000 vehículos de hidrógeno en todo el mundo, una cifra que aún es muy baja en comparación con los millones de coches eléctricos y de combustión interna en las carreteras.
El hidrógeno podría ser una alternativa viable a los vehículos eléctricos en el futuro, especialmente si se logra expandir la infraestructura de hidrogeneras y se optimiza la producción de hidrógeno a partir de fuentes renovables. Por ahora, llenar el depósito de un coche de hidrógeno cuesta entre 50 y 60 euros, y aunque esta tecnología ofrece ventajas en términos de autonomía y tiempo de repostaje, todavía enfrenta desafíos importantes que deberán ser superados para convertirse en una opción masiva.