Llega un momento en el que se debe planificar la distribución de los bienes, y es importante saber cuáles son las diferencias entre una herencia y una donación. Las dos opciones tienen implicaciones legales y fiscales que pueden afectar tanto al propietario de los bienes como a los beneficiarios.
Elegir entre una herencia y una donación puede parecer complicado, pero conocer los detalles clave puede ser la clave para tomar una decisión correcta.
Una donación es un acto voluntario por el cual una persona transfiere parte o la totalidad de sus bienes a otra de forma gratuita y en vida. Esta transferencia, sin embargo, puede estar sujeta a ciertas condiciones que el donante imponga. Es decir, si el receptor de los bienes no cumple con las condiciones establecidas, el donante tiene la capacidad de revocar la donación. Esto le otorga una flexibilidad que no existe en el caso de la herencia.
Por otro lado, la herencia es el mecanismo legal que entra en juego tras el fallecimiento del propietario de los bienes. A diferencia de la donación, la herencia no puede ser revocada y, en muchos casos, está sujeta a un testamento. En ausencia de este, la ley designa a los herederos forzosos, que suelen ser los hijos, los padres o el cónyuge. La herencia garantiza una parte de los bienes a los descendientes directos, lo que brinda seguridad a los familiares cercanos, quienes pueden tener la certeza de que recibirán su parte del patrimonio.
Implicaciones fiscales
Uno de los aspectos más importantes a considerar al decidir entre una herencia y una donación son las implicaciones fiscales. En España, las comunidades autónomas tienen la capacidad de aplicar impuestos sobre sucesiones y donaciones de manera diferente. Sin embargo, en términos generales, las herencias tienden a ser más favorables desde el punto de vista fiscal.
Cuando se habla de herencias, el testador no enfrenta ningún coste adicional. Son los herederos quienes deben asumir el pago de los impuestos correspondientes. No obstante, estos impuestos suelen ser más beneficiosos que los asociados a las donaciones, especialmente en las comunidades donde se aplican reducciones importantes en el Impuesto de Sucesiones. Por el contrario, las donaciones no solo implican el pago de impuestos por parte del receptor (donatario), sino que el donante también puede enfrentar obligaciones fiscales, como la tributación por la plusvalía generada al transferir el bien.
Flexibilidad frente a seguridad
La donación permite al propietario de los bienes realizar la transferencia mientras aún está vivo, lo que ofrece la ventaja de ver en vida cómo se gestiona o disfruta su patrimonio. Sin embargo, esta flexibilidad también viene acompañada de un mayor coste tributario y de la posibilidad de que el donante se arrepienta si las condiciones no se cumplen.
Por otro lado, la herencia, aunque más rígida, ofrece la seguridad de que los bienes se distribuirán de acuerdo con la voluntad del fallecido o conforme a la ley en ausencia de un testamento. Además, en muchos casos, es la opción fiscalmente más conveniente para los herederos, ya que los impuestos sobre herencias suelen estar más favorecidos que los de donaciones.
Cada situación es única y debe ser analizada de manera individual. Es importante evaluar tanto las implicaciones legales como las fiscales antes de decidir entre una herencia o una donación. Contar con el asesoramiento de profesionales especializados en sucesiones y donaciones puede ayudar a evitar errores costosos y asegurar que la decisión se ajuste a las circunstancias particulares de cada familia.