Si vives de alquiler y ya te está costando encontrar un sitio que no te deje la cartera temblando, prepárate, porque las cosas no pintan bien. Los precios del alquiler están que arden y, aunque el Gobierno ha intentado poner orden con la Ley de Vivienda, la realidad es que, en lugar de ayudar, parece que ha echado más leña al fuego. Lo peor es que, las señales que vienen, indican que el panorama puede ir de mal en peor.
Desde que se aprobó la Ley de Vivienda, se han puesto topes al alquiler con la idea de bajar los precios. El problema es que muchos propietarios, asustados por las nuevas normas, se llevaron sus pisos a modalidades más flexibles como el alquiler turístico o el de temporada.
Esto ha hecho que la oferta de alquiler a largo plazo caiga en picado y, cuando hay menos oferta, los precios se disparan. Así estamos, con los alquileres por las nubes y la sensación de que esto no ha tocado techo.
Regular el alquiler de temporada
Pero aquí no acaba la cosa. Si creías que ya lo habías visto todo, el Ministerio de Vivienda no se quiere quedar atrás. Antes de que acabe el año, planea regular también el alquiler de temporada. Esto significa que, si tenías pensado alquilar algo por unos meses, la cosa también se te puede complicar. Desde registrar el contrato hasta pasar por una Ventanilla Digital Única, el proceso será más engorroso. ¿Resultado? Menos pisos en alquiler de temporada y, por lo tanto, precios aún más altos.
Además, hay propuestas para limitar estos alquileres a seis meses máximo. Si se aprueba, quienes necesitan un sitio por más tiempo, como estudiantes o trabajadores desplazados, lo van a tener muy complicado. Porque, claro, si tienes que estar mudándote cada seis meses, la cosa se pone complicada. Y no es solo eso. Si el alquiler pasa de ser temporal a largo plazo porque superas esos seis meses, prepárate para pagar mucho más.
Los propietarios deberán cubrir todo tipo de reparaciones
Otra de las medidas que está sobre la mesa, esta vez para propietarios, es obligarles a cubrir pequeñas reparaciones en los pisos de alquiler. Hasta ahora, estas cositas, como un enchufe que no funciona o una persiana que se atasca, corrían por cuenta del inquilino. Pero si la ley cambia, muchos dueños van a pensárselo dos veces antes de poner su casa en alquiler. ¿Quién quiere pagar por algo que ni siquiera está usando?
Y la lista sigue. Hay ideas por ahí que incluso proponen prohibir la compra de viviendas en zonas donde el alquiler está más tenso si no es para uso habitual o para alquiler asequible. Esto podría desincentivar la inversión, reduciendo aún más la oferta en las zonas donde más se necesita.
Por último, se habla de imponer contratos indefinidos, lo que llevaría a una especie de vuelta al pasado. Este tipo de contrato, que suena a las antiguas rentas congeladas, podría convertir el mercado del alquiler en un caos aún mayor. Así que, si ya es difícil encontrar un sitio donde vivir, parece que las cosas no van a mejorar a corto plazo.