El Ministerio de la Seguridad Social está preparando cambios que podrían suponer una revolución en la manera en que concebir las bajas médicas. En ciertos casos, las personas que estén de baja médica podrían seguir trabajando de manera voluntaria, algo que ya se ha puesto sobre la Mesa de Diálogo Social.
Este planteamiento busca adaptarse a los avances médicos y tecnológicos, abriendo la puerta a una nueva era en la gestión de las incapacidades temporales.
Entre las personas que podrían adaptarse a esta modalidad están personas en tratamientos largos, como aquellos que padecen cáncer, podrían optar por trabajar parcialmente, siempre y cuando lo decidan de manera voluntaria y su salud lo permita. Este enfoque flexible rompería con la rigidez actual que obliga a estar o de alta o de baja, sin términos medios.
Este tipo de flexibilización ya se ha aplicado en otros ámbitos, como el caso de los pensionistas, quienes ahora pueden combinar trabajo y pensión. La idea es replicar este modelo en el terreno de la incapacidad temporal, creando una vía intermedia que permita una recuperación gradual y adaptada a cada caso.
Reacciones a la propuesta de la Seguridad Social
Sin embargo, la propuesta no ha sido recibida con los brazos abiertos por todos. Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, no tardó en manifestar su desacuerdo, dejando claro que, desde su punto de vista, “la incapacidad temporal solo tiene una razón de ser: proteger la salud de los trabajadores”. Díaz criticó cualquier intento de flexibilizar este derecho, advirtiendo que la salud no es negociable.
Los sindicatos también han mostrado reticencias. Tanto UGT como CCOO se mantienen cautos, señalando que este tipo de medidas deben ser evaluadas con mucho cuidado. Los representantes sindicales han pedido que cualquier modificación sea discutida en profundidad, temiendo que pueda generar confusión entre los trabajadores y potenciales abusos.
Por otro lado, en el Ministerio de Sanidad han mostrado una postura más favorable. y creen que si la propuesta se gestiona correctamente y siempre priorizando la salud del trabajador, podría ser beneficiosa. Este enfoque podría ayudar a aquellos pacientes que, a pesar de no estar recuperados al 100%, sienten la capacidad y el deseo de reincorporarse de manera parcial a sus labores.
Lo que queda claro es que esta iniciativa no busca ser impuesta. La clave radica en la «voluntariedad». Si una persona decide, por recomendación médica, trabajar unas horas mientras se recupera, esta nueva reforma podría hacer que sea posible.
Qué ocurre con los autónomos
Además de las bajas médicas flexibles, Saiz también ha anunciado otra mesa de negociación que afecta a los autónomos. A partir de 2026, se empezarán a revisar las cuotas según los ingresos reales, algo que ya ha comenzado a aplicarse progresivamente en estos últimos años. Este sistema busca que los trabajadores por cuenta propia contribuyan al sistema en función de sus ganancias reales, lo que ha supuesto un respiro para aquellos con menos ingresos.
Las propuestas de la ministra Saiz buscan introducir cambios significativos tanto en las bajas médicas como en la regulación de los autónomos. Aunque el camino no está exento de obstáculos y posturas enfrentadas, lo que está claro es que el diálogo será clave para definir el futuro de estas reformas.