En el caso del sistema de pensiones derivado de una incapacidad permanente del trabajo en España, dicho sistema tiene la finalidad de garantizar una alternativa económica ante la disminución de la manera de sostenerse de aquellas personas cuya capacidad de trabajo ha quedado menoscabada a raíz de enfermedades o accidentes.
Pero la pregunta que se plantea es, qué ocurre cuando la solicitud es denegada. Es necesario abordar el estudio de este tipo de denegaciones.
Límites de edad para la obtención de la incapacidad permanente
Primero de todo, vamos a plantear el tema relativo a la edad. Como en el 2024 sigue vigente un marco normativo que permite solicitar tu pensión por incapacidad permanente hasta la edad de jubilación, lo cual, de primera intención, puede resultarles interesante. De manera práctica, ello se traduce en uno de los filtros que deja fuera a mucha gente.
La Seguridad Social ha de cumplir un cierto número de requisitos; si no es así, tu solicitud podría recibir su impacto negativo. La edad mínima para obtener una pensión por incapacidad permanente es de sesenta y cinco años, si has cotizado un mínimo de 37 años y 9 meses. Si no has llegado a este pequeño mundo, la edad mínima es de 66 años y 4 meses, lo cual, aunque puede resultar sencillo, puede dejar a más de una persona en una situación precaria.
Denegaciones en la incapacidad permanente
La realidad es que son muchos los motivos que pueden permitir que una solicitud no obtenga el visto favorable. Principalmente, contar con el mínimo de requisitos en cuanto a su trayectoria de cotización puede ser definitivo. La Seguridad Social evalúa la edad, pero también lo hace con el número de cotizaciones efectuadas al sistema durante el período del tiempo. Un bajo perfil puede resultar en un alto riesgo ante una respuesta desfavorable.
Además, la revisión del estado de salud del solicitante es muy rigurosa. La Seguridad Social tiene la potestad de evaluar tu condición médica, y si concluyen que has mejorado o que realizas actividades que contradicen el grado de incapacidad que has declarado, pueden anular la pensión de forma automática.
En caso de que se apruebe tu solicitud, el importe de la pensión dependerá del grado de incapacidad, desde 603,30 euros hasta 1.549,90 euros mensuales en caso de pensión mínima, pudiendo llegar hasta 3.175,04 euros para situaciones de gran invalidez. Así se configura a partir de tu base reguladora y el grado de incapacidad, que puede ser parcial, total, absoluta y gran invalidez.
En este 2024 se reajustaron las pensiones mínimas por incapacidad permanente, aunque ha sido un ajuste de una cuantía máxima de 60 euros para la situación de incapacidad más grave. Pero se debe tener presente que eso sólo lo recibirán los que ya están dentro del sistema y han pasado todos los filtros previos y es un ajuste que queda muy lejos para compensar la misma inflación, que se ha calculado en un 4% para este año.
Muchos de los rechazos también son provocados por la falta de proporcionar información clara y actualizada por los mismos solicitantes de estas prestaciones. La Seguridad Social está en constante actualización de su normativa, por lo que cualquier actualización puede influir en tu posibilidad de recibir la prestación. Por eso, tienes que estar al tanto de lo que te corresponda y comunicarte huye con ellos para escapar de las sorpresas.