Retrasar la jubilación puede ser beneficio económicamente, pero supone un riesgo mortal. Así lo dice un estudio de Fedea, que señala que trabajar más allá de los 60 años supone un riesgo mortal para la salud.
El informe constata que los trabajadores entre 60 y 69 años que retrasan su jubilación están ante un verdadero peligro: el de morir antes de lo esperado. Y no es un decir.
Un año más de trabajo incrementa de forma considerable la probabilidad de muerte, en particular, en aquellos que ya llevaban entre diez y veinte años realizando trabajos duros, sean estos físicos o mentales. Este problema es aún mayor para aquellos que no pueden recurrir a la jubilación anticipada, dado que es la jubilación anticipada la que conlleva un menor desgaste del trabajo a más largo plazo.
En cambio, los que sí pueden recurrir a ella están mejor preparados tanto en cuanto a longevidad como a calidad de vida. Al fin y al cabo aquí no solo se habla de números o de presupuestos, sino de algo mucho más serio: de la salud, y por lo tanto de la vida de las personas.
Las reformas de la jubilación: un dilema con consecuencias sociales
El informe se basa a un experimento realizado durante la reforma de la jubilación anticipada del año 1967. Antes de ella, los trabajadores se jubilaba a los 60 años, pero en 1967 cambió a los 65 años.
Los resultados de la medida en cuestión fueron lo suficientemente nítidos: atrasar la edad de jubilación, lo que derivó en un incremento de la mortalidad, lo que constituye, a nivel social, que no todo es ganancia si apretamos a los trabajadores a mantenerse in situ más allá de lo necesario. Y es que, aunque mantener a la gente en el lugar de trabajo un par de años más podría ayudar a permitir aliviar las cuentas del sistema de pensiones, el estudio pone de relieve que las pérdidas pronosticadas en expectativa de vida frustran de forma muy importante a las ganancias fiscales.
El beneficio para Seguridad Social es de solo 5.213 euros (las matemáticas no engañan, obligar a los trabajadores a aplazar su jubilación es un mal negocio en términos del bienestar social).
Políticas de jubilación
Los autores del informe, entre tanto, no se conforman únicamente en aportar números, sino que adicionalmente invitan a los responsables de diseñar la política sobre jubilación. Recuerdan que es importante admitir las especificidades de cada sencillo tipo de empleo. No es lo mismo vivir los últimos años de tu carrera laboral en la oficina que realizar un trabajo físico extenuante o estar atado por un estrés mental constante. Por esto, están en favor de una mayor flexibilidad de las políticas sobre jubilación donde cada trabajador adapte su salida según sus necesidades.
Así que, si estás pensando en atrasar tu jubilación, piénsalo bien. La salud no entiende de reformas fiscales, ni de ajustes de los Presupuestos. En juego está no solo tu cuenta bancaria, sino algo mucho más importante como los son tu salud y tu vida.