La herencia casi siempre da lugar a problemas dentro de la misma familia. Es fácil ver que los desencuentros respecto de cómo repartir los bienes materiales que deja una persona con la que se ha convivido se repiten con frecuencia, y en ocasiones acaban desembocando en la decisión extrema de desheredar.
Esto es hacer que un pariente se quede sin la opción de percibir de nuevo su parte de la herencia. Aunque la desheredación no se produce sin más, el Código Civil establece unas causas por las cuales es posible desheredar.
La herencia y la legítima: lo que nunca se pierde
Cuando una persona muere, hay una parte de la herencia que se entiende «legítima». Se trata de la parte de la herencia que no se puede disminuir en ningún caso y se destina a los que son considerados por la ley herederos forzosos; así, estaríamos hablando de los hijos, los padres y el cónyuge viudo. Hay determinado casos en que la legitimidad puede escapara de la huella de alguno de estos herederos. Esto es, no todos los herederos forzosos optan por recibir parte de la herencia resultante de la muerte, caso de incurrir en alguna de las causas de desheredamiento que establece la ley.
Desheredado significa perder el derecho a ser sucesor, lo que puede parecer un grave castigo, y en absoluto afecta las donaciones que haya hecho la persona fallecida durante su vida. Con lo cual, el heredero desheredado se queda con los obsequios o bienes que ha ido recibiendo por parte del fallecido, aunque pierda la legítima.
Y si la persona desheredada tiene hijos, estos sí que heredarán la parte correspondiente de la herencia. Así que por tanto la herencia que se deriva de la desheredación es única y exclusivamente la que recae en la persona afectada.
Las causas de la desheredación, en la herencia
El Código Civil establece dos tipos de causas de desheredación, las primeras son las generales, que establecen las indignidades. Estas causas tienen validez para cualquier tipo de heredero y contemplan, por ejemplo, la agresión física contra la persona que emite el testamento, o la falsificación de documentos. También hay que tener en cuenta determinadas causas validadas como maltrato psicológico o el abandono.
Si una persona culpó erróneamente a su pariente de un hecho reprochable, también puede desheredar a la persona culpable. En la práctica, «el maltrato de obra» puede ser una de las causas principales para la desheredación, siendo común en el supuesto de entre hijos a padres.
A muchas de nuestras materias no les son fáciles de ofrecer cifras. Pero muchos expertos en derecho sucesorio afirman que las desheredaciones por insultos psicológicos o físicos de hijos a padres está aumentando como evolución de la adecuación del Derecho a las costumbres sociales.
Herencia y desheredación del cónyuge
También los cónyuges pueden sufrir la desheredación si actúan en contra de ciertas normas conyugales en el sentido expuesto. La falta de apoyo mutuo y la falta de respeto son causa suficiente para que el testador decida la exclusión de la herencia a su pareja. También es falta de incumplir los deberes conyugales o separarse de hecho de forma reiterada. En estos supuestos, el cónyuge sobreviviente no tendrá nada que heredar, salvo que el fallecido haya revocado la desheredación antes de la muerte de la persona desheredada. En definitiva, la desheredación es una herramienta que puede afectar a cualquier familiar si atenta contra el que deja el testamento.