El Gobierno patrio se encuentra en la génesis de una reforma de la lectura que se hace de la baja laboral. La propuesta de los sindicatos y de la propia Seguridad Social otorga al trabajador de baja laboral la posibilidad de volver a su actividad laboral mediante una jornada parcial, de tal manera que se compatibilizasen la protección que se desea de la incapacidad temporal (que es la legítima y que viene recogida en el real decreto-ley 28/2020) con la vuelta a la jornada parcial de la persona que está de baja, una fórmula que correspondería a las nuevas realidades médicas, tecnológicas, sociales y que permitiría dar una respuesta flexible tanto para la empresa como para la persona trabajadora.
De acuerdo con los datos oficiales, no solo permitiría la posibilidad de retornar progresivamente al trabajo sino que también reduciría los efectos económicos que las bajas de carácter largo suponen para las organizaciones. La propuesta impulsada por la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, deja entrever la voluntad de buscar el punto de equilibrio entre la recuperación de la persona trabajadora y la reconducción del puesto de trabajo. Este modelo de baja laboral flexible ya se aplica en, por diferentes variantes, diferentes países europeos que han verificado su eficacia.
La idea es tan simple como un trabajador que se reincorpora a su puesto de trabajo a jornada parcial tiene derecho a una prestación proporcional igual al porcentaje de la prestación proporcional. Y de este modo se evitaría que la vuelta al trabajo sea un proceso brusco y se primaría la salud de los trabajadores. No se han concretado los detalles, pero la reforma, si finalmente se concreta, revolucionará la forma de gestionar las bajas laborales en España.
¿Cómo podría ser una baja laboral flexible?
El plan del Gobierno permitiría trabajar parcialmente cuando las personas están de baja por enfermedad. Esto implicaría que un trabajador con incapacidad temporal podría volver a realizar actividades acordes a sus condiciones de salud sin perder la cobertura económica por parte de la Seguridad Social. Este modelo no es algo nuevo en Europa, en países como Suecia, Noruega, Alemania e Italia ya está instaurado un modelo beneficiario cuya enseñanza ha puesto de manifiesto que los procedimientos de baja laboral flexibles ayudan a recuperar, que reducen el estrés por largas ausencias y que permiten aumentar la productividad a largo plazo. Con respecto a nuestro país, implementar esta variante de tratar la baja laboral implicaría un paso más dentro del proceso de modernización del mercado de trabajo. Los requisitos para acogerse a dicha modalidad serán exigentes con el fin de garantizar que la decisión de incorporar a la persona trabajadora sea del todo voluntaria y venga avalada por la valoración médica. Además, la jornada se configurará de tal forma que no perjudique a la salud de la persona trabajadora.
Trabajo y baja laboral
La prestación del servicio laboral flexible deviene favorable para los trabajadores, pero también para las empresas. En orden a los trabajadores, porque, por una parte, se mantiene el nexo de activo en relación al puesto de trabajo, que sea por la empresa o por la propia incapacidad del trabajador, que redunda en una fácil reincorporación total. Referente a la empresa porque, en segundo término, le permite evitar la pérdida total del bagaje de competencias y de la experiencia trabajadora que ya ha alcanzado el momento de incapacidad.
Al mismo tiempo, este modelo responde a las necesidades de una sociedad donde el progreso médico y el progreso técnico hacen que muchas de las patologías sean incompatibles con trabajos menos absorbentes, de manera que ir a trabajar estando de baja ya no es una incongruencia sino un instrumento de recuperación positiva.