El atún enlatado es un alimento básico imprescindible en nuestra despensa, reconocido por su importante contenido en Omega 3, que lo posiciona como una de las opciones dietéticas más saludables. No obstante, es fundamental tener precaución para evitar errores que puedan arruinar la comida del día.
Nos gustaría destacar algunos errores habituales que se suelen cometer a la hora de elegir una lata de atún y que siempre conviene evitar.
Evite este error cuando se trata de atún enlatado.
Aunque abrir una lata de atún es rápido y sencillo, esta facilidad puede hacer que ignoremos las importantes consecuencias medioambientales de nuestra decisión.
Por lo general, cuando abrimos una lata de atún, a menudo tenemos dudas sobre cómo manejar el aceite que contiene. De hecho, lo habitual es deshacerse de ese aceite vertiéndolo por el fregadero de la cocina.
Es fundamental evitar a toda costa un error, especialmente por el bien del medio ambiente. Es esencial eliminar adecuadamente no sólo los aceites de conservación de alimentos como los del atún, sino también los aceites de champiñones, alcachofas y otros enlatados. Éstas deben llevarse a puntos limpios o centros de recogida designados, junto con las grasas vegetales y animales que utilizamos habitualmente en nuestra cocina diaria.
¿Por Qué No Debes Tirar el Aceite por el Fregadero?
Tirar el aceite del atún por el fregadero es un error que se debe evitar a toda costa, principalmente por dos razones fundamentales:
- Contaminación Ambiental: El aceite usado, incluso en pequeñas cantidades, puede ser altamente contaminante si se dispersa en el ecosistema. Este tipo de residuos, cuando se vierten al agua, pueden generar una capa en la superficie que dificulta la oxigenación del agua, afectando gravemente a la fauna y flora acuáticas.
- Obstrucción de Tuberías: El aceite puede solidificarse en las tuberías de tu cocina, provocando obstrucciones que no solo te afectarán a ti, sino que también pueden causar problemas en las tuberías de alcantarillado y en las plantas depuradoras. Este tipo de problemas genera estancamientos, malos olores y, eventualmente, la necesidad de utilizar productos químicos que también son nocivos para el medio ambiente.
¿Cuál es la mejor forma de gestionar el aceite de una lata de atún? ¿Qué pasos podemos implementar?
La respuesta es sencilla. Simplemente vierte el aceite de la lata de atún, así como el de otras latas o aceite de cocina, en un recipiente o botella para su recogida. Esta acción ayuda a salvaguardar nuestra agua y el medio ambiente. Una vez llena la botella con el aceite usado, el último paso es entregarlo en el punto verde de tu ciudad o en un centro de recogida autorizado.
Reflexionemos sobre el hecho de que, en promedio, un individuo produce alrededor de 3 kg de aceite cada año a través de la preparación y conservación de alimentos; sin embargo, sólo se recupera una cuarta parte de esta cantidad. Lo que no se comprende ampliamente es que cuando el aceite usado se libera al medio ambiente, puede tener un impacto gravemente perjudicial en el ecosistema.
Además, tirar el aceite directamente por el fregadero puede ser perjudicial para la cocina, provocando obstrucciones en las tuberías y en el fregadero. Además, esta práctica puede provocar problemas en el sistema de alcantarillado y en las instalaciones de tratamiento, provocando estancamiento y malos olores. A menudo, esto requiere el uso de limpiadores químicos fuertes, que en sí mismos son contaminantes. Una simple acción cada vez que se abre una lata de atún o se utiliza aceite de cocina puede evitar fácilmente esta serie de problemas ambientales.
Atención: El aceite presente en las conservas de atún sirve exclusivamente para alargar la vida útil del producto. Cada lata de atún contiene una cantidad considerable de sal y calorías, junto con una variedad de productos químicos destinados a mejorar su conservación.