Con el invierno, que pronto se hará notar, llegar a una fórmula no sólo asequible sino también eficiente para calentar la casa, es una prioridad para muchas familias. Con los precios de la energía en constante variación, encontrar el sistema de calefacción que mejor se ajuste, puede suponer una diferencia en la cuenta de los gastos que suponga calentar la casa en invierno.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha llevado a cabo un análisis de las alternativas para este invierno 2024 más asequibles. Aquí tenemos algunas de las mejores.
La bomba de calor, la mejor aliada según la OCU
En caso de que estés buscando cambiar tu método de calefacción o si simplemente deseas una solución de calefacción más económica, te podemos decir que la bomba de calor es una alternativa muy conveniente. Esta solución, válida para la producción de calor y para la de frío, es también uno de los métodos más eficientes que tenemos a nuestro alcance. La OCU, en su página web, tiene claro que en cuanto a ahorros económicos, los sistemas de bombas de calor y biomasa son los que ocupan los primeros lugares, especialmente para una vivienda de unos 90 m² y en regiones frías, como la de Madrid o la de Albacete.
Las bombas de calor del tipo aire-aire (similares a los aires acondicionados) o la bomba de calor del tipo aire-agua (que se conoce con el nombre de aerotermia) son aparatos que no sólo consumen menos, sino que son capaces de expeler hasta 4 veces más de energía en forma de calor que la electricidad que se incorpora, por cada kWh de electricidad utilizada. Su instalación inicial puede ser cara, pero la economía que generan a la larga hacen que definitivamente sean la mejor opción.
Biomasa: alternativa ecológica y económica
La biomasa, que consiste en pellets o residuos orgánicos, además resulta ser otro de los recursos más económicos. Las estufas y calderas de biomasa no son sólo económicas (gasto anual aproximado de 393 €) sino que son también sostenibles, ya que su nivel de emisiones de CO₂ es casi nulo. Cada vez son más populares entre las personas que quieren disminuir su huella de carbono.
A pesar de ello, para aquellas personas que opten por este sistema es muy importante que tengan en cuenta el espacio de almacenamiento que necesita el combustible como los trabajos de limpieza y mantenimiento, que consisten en la limpieza frecuente de las cenizas.
Calderas de gas y otras opciones
Así pues, las calderas de gas de condensación también se mantienen como una opción confortable para muchos hogares de familia. Si bien preciso tener acceso a una red de gas, su rendimiento puede alcanzar hasta el 110% de rendimiento, lo que permite que en zonas con inviernos fríos, se produzca un ahorro notable. El coste anual calculado es de aproximadamente 256 € al año, lo que las sitúa entre las opciones más económicas, especialmente en caso de que ya contéis con una instalación de gas en casa.
Por otra parte, sistemas como los radiadores eléctricos y acumuladores continúan siendo opciones prácticas en determinados supuestos como en segundas residencias, si bien su coste elevado de consumo eléctrico puede llevar a que la estimación de gasto al año sea superior a los 640 €, según la OCU.
En fin, las estufas de gas o parafina son, si bien para el uso pues su grado de contaminación es relevante deberán ser utilizadas únicamente en espacios ventilados. A pesar de su unidad de medida en euros, son económicas y no requieren electricidad, lo que a la vez provocará un mayor impacto medioambiental, pudiendo ser este uno de los motivos por los que su uso se invierte en favor del uso de opciones más ecológicas como la biomasa o las bombas de calor.
Este invierno, la clave para no llevarse un susto con la factura de la luz es escoger el sistema de calefacción adecuado. Analiza las opciones e irás adaptando la mejor solución a tus necesidades, adaptando también lo invertido y lo que supone a largo plazo.