Las amas de casa experimentarán un gran alivio en el año 2025. El Gobierno inicia la promoción de una subida de pensiones no contributivas que beneficiará de inmediato a este colectivo. Para el 2025, las pensiones subirán un 18,24%, alcanzando una cantidad aproximada de 7.600 euros anuales en la visión de la pensión íntegra. Esta mejora es parte de un plan que establece la meta de que para el 2027 las pensiones no contributivas se equiparen hasta el 75% del umbral de la pobreza. Un objetivo insigne siempre que, según el rápido cálculo que proporcionan estos cálculos, para alcanzar los objetivos previstos se requiere de fuertes aumentos en los años venideros.
Las amas de casa sin cotizaciones serán unas de las mayores beneficiarias de esta mejora. El aumento programado representa no sólo una mejora en la calidad de vida de un colectivo específico, sino una mejora que empieza a ser un reconocimiento explícito de la labor no remunerada de millones de mujeres en nuestro país. Si bien su trabajo nunca ha sido retribuido, esta actividad se empieza a valorar más económicamente.
Amas de casa: así subirá su pensión en el 2025
La subida del 18,24% en pensiones no contributivas se traduce en mejoras concretas. Las amas de casa que perciban pensión íntegra empezarán a cobrar 542,85 euros al mes, es decir, 7.599,9 euros anuales, lo cual supone un incremento de 349,3 euros anuales respecto al 2024. Para aquellos grupos con derecho a cobrar pensión mínima habrá un incremento más moderado, alcanzando los 135,17 euros al mes (1.889,94 euros anuales).
En las pensiones no contributivas por invalidez con un adicional del 50% la pensión ascenderá a 814,27 euros al mes, es decir, a un total de 11.399,78 euros al año. El ajuste no es más que parte de una hoja de ruta que continuará durante el 2026 y 2027. Si se cumplen las previsiones actuales, se prevé que durante el 2026 la pensión íntegra ascenderá a 564,28 euros al mes y para el 2027 conseguir 592 euros mensuales.
Requisitos para solicitar la pensión de amas de casa
Este tipo de pensión no va a ser un privilegio de todas las amas de casa. Hay una serie de condiciones perfectamente definidas que deben cumplirse para poder acceder a esta prestación no contributiva, tales como: ceñirse a un límite de ingresos anuales de 7.250 euros para quienes vivan solos (esta cantidad variará si conviven con otras personas, que dependerán del grado de parentesco). Residir en España, vivir en el país el día de la solicitud y haber residido en el país, cuando menos, durante 10 años desde que se cumple 16 años de edad. Cumplir con la edad mínima (a este tipo de pensión solamente accederán las personas que tengan más de 65 años y que, además, no tengan derecho a una pensión contributiva).
Esta pensión no es vitalicia, de este modo, si la beneficiaria deja de cumplir cualesquiera de los requisitos tendrá que notificarlo anualmente y, en caso contrario, podría perderla. La pensión de amas de casa también se pierde, por ejemplo, si se traslada a residir en el extranjero de forma indefinida o si se producen cambios en circunstancias que alteren las condiciones que la rigen; El aumento de esta pensión es una buena noticia, si bien seguirán con la obligación de estar atentas porque si bien no cambia la economía no es exento de los trámites y de los requisitos, una distracción muy pequeña podría ser la causa de perder el beneficio; de momento, sin embargo, el enfoque está claro, una mejora significativa se insinúa en la escena para un colectivo que lo requiere y que lo merece.