Según las previsiones para el año que viene, se esperan buenas noticias para las personas que perciben la pensión por incapacidad permanente. La Seguridad Social ha confirmado una serie de ayudas adicionales a la pensión que tiene como finalidad abordar las limitaciones para acceder al trabajo por circunstancias personales, para mejorar de este modo la calidad de vida de estas personas y para reforzar su apoyo económico y social, en la medida en que se trate de uno de los colectivos más vulnerables.
La pensión por incapacidad permanente se reconoce a aquellas personas que, debido a enfermedades o accidentes, han visto limitada su capacidad de trabajo de manera total o parcial. El hecho de ser pensionista por incapacidad permanente implica tener estabilidad desde el punto de vista económico, introduciendo este tipo de pensión bajo los grados de incapacidad permanente: parcial, total, absoluta o de gran invalidez.
En el año 2025, sin embargo, se añadirán nuevas herramientas de apoyo para todas aquellas personas que más lo necesitan. Destacan ayudas en forma de subsidios, complementos económicos o de ayudas específicas, entre otras. Todas ellas serán compatibles con la pensión, siempre y cuando se cumplan los requisitos establecidos. Veamos, por tanto, cuál es la opción y qué diferencia puede marcar para los beneficiarios.
Nuevas opciones de apoyo a la incapacidad permanente
La pensión por incapacidad permanente total permite acceder al subsidio para mayores de 52 años, puesto que el público objetivo son aquellas personas que, además de cumplir los niveles de cotización establecidos, se encuentran desempleadas y tienen problemas para reincorporarse al mercado laboral. Tal y como indica su nombre, este subsidio se prorroga hasta alcanzar la jubilación ordinaria. Se trata de una pensión que otorga la estabilidad económica durante este tiempo.
De este modo, esta ayuda subsidia a las personas no solo económicamente, sino que les proporciona, mediante programas de inserción, herramientas para su reinserción laboral. Además de estas ayudas, la Seguridad Social también sigue ofreciendo complementos por mínimos para aquellas pensiones que no lleguen a la cuantía mínima establecida. Estos se calcularán de forma automática, al concederse la prestación y permiten asegurar ingresos suficientes, siempre que no se superen los límites legales de ingresos.
Más ayudas: programas autonómicos de formación
En el ámbito autonómico hay diversas comunidades autónomas que, además de la pensión por incapacidad, suscriben subvenciones. Entre éstas, destacan programas de ayuda para la adaptación de viviendas, descuentos en servicios de transporte público y ayudas técnicas para mejorar la movilidad, con el fin de incrementar la autonomía personal y la calidad de vida del colectivo remunerado.
Los cursos específicos para las personas con discapacidad tienen también nuevos contenidos educativos, profesionales y formativos que permitirán aproximar las posibilidades laborales que la persona presenta atendiendo a las limitaciones intrínsecas a su situación. Habrá cursos y becas y horarios de atención gratuita en el caso de que sea necesario. De tal forma, no olvide que en el caso de la incapacidad permanente total existen trabajos perfectamente compatibles con las limitaciones del beneficiario. Es decir, que se irán conformando nuevas posibilidades laborales, aunque atendiendo a su capacidad.