En España, acercarse a la jubilación implica conocer a fondo las ayudas que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ofrece a los trabajadores que se encuentran en situaciones de desempleo.
Estas ayudas no solo pueden aliviar la carga económica en los últimos años de vida laboral, sino también impactar significativamente en la pensión de jubilación que se recibirá. En este sentido, es crucial estar informado sobre cuáles son las opciones disponibles y cómo cada una de ellas puede influir en tu futuro financiero.
Una de las primeras opciones que el SEPE ofrece a las personas que han perdido su empleo de manera involuntaria es la prestación contributiva, más conocida como «cobrar el paro«. Esta prestación está disponible para aquellos que han cotizado al menos 360 días en los últimos seis años. La duración de esta ayuda depende del tiempo cotizado, otorgando cuatro meses de prestación por cada año trabajado. El importe a recibir también varía: durante los primeros 180 días, se percibe el 70% de la base reguladora, y a partir del día 181, la cifra se reduce al 60%.
Cómo afecta a la jubilación agotar el paro
Una vez se agota el pato, entran en juego los subsidios por desempleo, una opción para aquellos que han cotizado menos de un año o que ya han agotado el paro. Es fundamental destacar que, en general, estos subsidios no cotizan para la pensión de jubilación, lo que los convierte en una opción menos atractiva si se está cerca de retirarse. No obstante, existen dos excepciones importantes a esta regla que deben ser tenidas en cuenta por quienes se encuentran en la recta final de su vida laboral.
El primer subsidio que merece atención es el destinado a los mayores de 52 años. Esta ayuda es especialmente relevante, ya que no solo proporciona un ingreso fijo de 480 euros mensuales, sino que también permite cotizar para la pensión de jubilación. En concreto, se cotiza al 125% del tope mínimo de cotización vigente en cada momento. Este subsidio puede mantenerse hasta que se alcance la edad ordinaria de jubilación, lo que garantiza que se siga aportando al sistema de pensiones durante este periodo crucial.
La segunda excepción se refiere a una prestación especial dirigida a los trabajadores del sector artístico y aquellos que realizan actividades técnicas y auxiliares en este ámbito. Este subsidio, con una duración de 120 días, también cotiza para la pensión de jubilación, pero lo hace sobre la base mínima vigente en el Régimen General de la Seguridad Social. El importe mensual de esta ayuda es de 480 euros, aunque puede llegar a ser de 600 euros si se ha cotizado en los últimos 60 días por una base superior a 60 euros diarios.
Transición a la jubilación
Es esencial que los trabajadores que se acercan a la jubilación comprendan las implicaciones de estas ayudas. Mientras que la prestación contributiva permite cotizar para la pensión durante su periodo de percepción, la mayoría de los subsidios por desempleo no ofrecen esta ventaja, con excepción de los dos mencionados. Elegir el subsidio adecuado puede marcar la diferencia entre una pensión de jubilación más alta o una que no refleje adecuadamente los años trabajados.
Por tanto, conocer las ayudas del SEPE es vital para quienes están cerca de la jubilación. Cada euro cotizado cuenta y puede influir en la calidad de vida durante la jubilación. Por ello, si te encuentras en esta situación, asegúrate de analizar todas las opciones disponibles y optar por aquellas que te permitan seguir cotizando para asegurar una pensión más digna.