Nos acercamos al 2025 y los trabajadores deben estar preparados para nuevos ajustes en la edad de jubilación, cambios que están en línea con la reforma del sistema de pensiones, aprobado en 2011 y que ha sido implementada de manera gradual desde entonces.
Estos cambios, diseñados para asegurar la sostenibilidad del sistema público de pensiones, afectarán tanto a la jubilación ordinaria como a la anticipada, incrementando la edad mínima requerida y los años de cotización necesarios para acceder al 100% de la pensión.
Cambios en la edad de jubilación
En 2025, la edad legal para la jubilación ordinaria aumentará nuevamente como parte del periodo transitorio que terminará en 2027. A partir del 1 de enero de 2025, los trabajadores que quieran acceder a la jubilación ordinaria con el 100% de la pensión deberán haber cotizado al menos 38 años y tres meses. En este caso, podrán jubilarse a los 65 años. Si no alcanzan este periodo de cotización, la edad mínima se elevará a 66 años y ocho meses, es decir, dos meses más que en 2024.
Este aumento en la edad de jubilación es un reflejo de la intención del gobierno de adaptar el sistema de pensiones a la realidad demográfica y económica del país, donde la esperanza de vida sigue en ascenso. La medida, que busca alinear la edad de jubilación con la longevidad creciente, pretende también equilibrar las cuentas de la Seguridad Social, que enfrenta retos significativos debido al envejecimiento de la población y la disminución de la natalidad.
Otras modalidades
Por otro lado, los cambios en la jubilación anticipada también serán relevantes en 2025. Para quienes opten por el retiro anticipado voluntario, será necesario tener al menos 63 años y haber cotizado 38 años y tres meses. En cuanto a la jubilación anticipada involuntaria, es decir, aquella derivada de circunstancias ajenas a la voluntad del trabajador, como un despido colectivo, la edad mínima se mantendrá en los 61 años, siempre y cuando se cumpla con el requisito de los 38 años y tres meses de cotización. En ambos casos, se aplicarán coeficientes reductores sobre la pensión, que pueden significar una disminución de hasta el 30% en comparación con lo que correspondería en la jubilación ordinaria.
El marco legislativo actual también establece que para 2027 la edad de jubilación ordinaria será de 67 años para aquellos que no alcancen los 38 años y seis meses de cotización. Este ajuste escalonado ha sido una constante desde la implementación de la reforma, con el objetivo de dar tiempo a los trabajadores y empleadores para adaptarse a las nuevas realidades del mercado laboral y del sistema de pensiones.
Asimismo, es importante destacar que para 2025 seguirá siendo necesario haber cotizado un mínimo de 15 años para acceder a cualquier tipo de pensión, recibiendo el 50% de la base reguladora de la Seguridad Social. Este requisito es fundamental para garantizar que los trabajadores tengan derecho a una pensión básica tras su retiro.
Por tanto, los cambios en la edad de jubilación para 2025 son un paso más en la dirección de ajustar el sistema de pensiones español a las condiciones demográficas y económicas actuales. Con estos ajustes, se espera que los trabajadores puedan planificar su retiro con mayor claridad y seguridad, sabiendo que deberán cumplir con requisitos más exigentes para acceder a una jubilación completa. Estar informado y planificar con antelación será clave para enfrentar estos cambios y asegurar una transición sin contratiempos hacia la jubilación.