La Agencia Tributaria es el organismo oficial del Estado que se encarga de velar porque todos los ciudadanos paguen sus impuestos religiosamente cada año. Si bien, es posible que algunos ciudadanos adquieran deudas con Hacienda ante determinados impagos.
Acumular una deuda con Hacienda puede tener consecuencias importantes para el ciudadano. A nadie le gusta tener deudas, por todo lo que ello implica. No obstante, la adquisición de determinadas deudas pueden volverse irremediables.
En cualquier caso, los profesionales de ‘Ayuda T Pymes’ afirman que las deudas con Hacienda sí prescriben. No obstante, es necesario hacer varias aclaraciones al respecto, ya que no es fácil librarse de las obligaciones tributarias con Hacienda.
DEUDAS CON HACIENDA
La Ley General de la Agencia Tributaria establece que las deudas con Hacienda prescriben a los cuatro años. En concreto, dicho artículo establece que Hacienda tiene cuatro años para determinar la deuda tributaria a través de la correspondiente liquidación y exigir el pago de las deudas tributarias liquidadas y autoliquidadas.
Igualmente, el contribuyente también dispone de cuatro años para solicitar a Hacienda las devoluciones derivadas de la normativa pertinente de cada impuesto, devoluciones de ingresos indebidos y reembolso de coste de las garantías.
A pesar de que las deudas con Hacienda prescriban, resulta prácticamente imposible librarse de los requerimientos de la Agencia Tributaria. Es decir, Hacienda puede reclamar la deuda siempre que quiera. Esto es algo que puede generar cierta confusión en el lector. Es hora de aclararlo.
Las deudas con Hacienda prescriben a los 4 años, tal y como recoge la Ley General de la Agencia Tributaria. Sin embargo, una vez que Hacienda reclama la deuda al contribuyente, vuelve a reiniciarse el plazo de prescripción. Por tanto, el usuario no podrá librarse nunca del pago de las deudas.
PLAZO DE PRESCRIPCIÓN
Los expertos de ‘Ayuda T Pymes’ aclaran que el plazo de prescripción de la deuda se interrumpe cada vez que Hacienda realiza algún tipo de acción para reclamar la deuda. Es decir, se reinicia el plazo de prescripción.
En definitiva, la deuda con Hacienda sólo prescribe en caso de que este organismo no sea consciente de dicha deuda, algo poco probable. Si en cuatro años la Agencia Tributaria no realiza ninguna reclamación, entonces la deuda habrá prescrito.
Hacienda es un organismo prácticamente infalible. Así, cuando es consciente de las deudas pendientes de un ciudadano, no para hasta conseguir que dicho ciudadano afronte sus obligaciones tributarias. Es casi imposible escapar del pago de una deuda con Hacienda.
Por norma general, la Agencia Tributaria cuenta con mecanismos automatizados de notificaciones y reclamaciones de deudas para que nunca se cumpla el plazo de prescripción legal. Las consecuencias de no afrontar una deuda con Hacienda pueden finalizar con embargos por parte de la Administración.
Si tienes alguna deuda con Hacienda, es mejor que se haga a la idea que tendrá que afrontar el pago de la misma. Antes o después deberá resolver dichas deudas con la Administración, ya que no cesará hasta que el contribuyente haya completado sus obligaciones.