Me han denegado la incapacidad permanente. ¿Qué tengo que hacer ahora?

Incapacidad permanente rechazada

Los pasos a seguir si te rechazan la incapacidad permanente

Si te has encontrado con la noticia de que tu solicitud de incapacidad permanente ha sido denegada. Lo primero que debes saber es que esto le sucede a muchas personas.

El primer paso es presentar una reclamación previa ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Esto es obligatorio antes de acudir a los tribunales y debes hacerlo dentro de los 30 días hábiles desde que te notificaron la denegación.

En esta fase, es crucial que tengas claro que no se trata solo de un trámite burocrático más, sino de una oportunidad para que el INSS revise tu caso con más detalle.

Reclamación para la incapacidad permanente

Cuando presentes la reclamación, asegúrate de explicar bien por qué consideras que tu incapacidad no ha sido valorada adecuadamente. Tal vez el Tribunal Médico pasó por alto alguna parte de tu historial médico o no tuvo en cuenta el impacto real de tus dolencias en tu día a día.

Si el INSS sigue sin darte la razón tras la reclamación previa, no queda otra que llevar el caso a los tribunales. Tienes otros 30 días hábiles para presentar la demanda en el juzgado de lo social correspondiente. En este punto, necesitas un abogado experto en incapacidades laborales para preparar todos los informes médicos y pruebas que demuestren que tu situación justifica la incapacidad permanente que solicitas.

Puede que el juicio tarde en celebrarse (a veces más de un año), pero es tu oportunidad de poner todas las cartas sobre la mesa. Durante el juicio, ambas partes exponen sus argumentos, y puede que incluso el juez pida la opinión de un perito forense para que aporte una visión imparcial del caso. Todo cuenta para que tu reclamación tenga el mayor peso posible.

¿Qué pasa si el juez no te da la razón?

Si el fallo del juzgado de lo social no es favorable, todavía tienes una última oportunidad que es presentar un recurso de suplicación ante el Tribunal Superior de Justicia de tu Comunidad Autónoma. Aquí ya estamos en territorio complicado, pero no imposible. Las posibilidades de éxito se reducen, pero si crees firmemente en tu derecho a la incapacidad permanente, es un camino que merece la pena explorar.

Si, pese a todos tus esfuerzos, la incapacidad permanente es denegada y el INSS te da de alta, tendrás que reincorporarte a tu trabajo. Ojo, que este alta es efectiva desde el día siguiente a que recibas la notificación, así que no hay mucho margen de maniobra. Si decides seguir peleando tu caso con una reclamación previa, se suspende temporalmente la reincorporación, pero si finalmente no tienes éxito, tendrás que volver al trabajo cuanto antes.

Es fundamental no dejar pasar más de 24 horas desde la notificación para reincorporarte, ya que una ausencia sin justificación podría traer problemas serios en tu empleo, incluso un despido. Así que, aunque la batalla pueda ser dura y frustrante, asegúrate de estar al tanto de los tiempos y procedimientos para evitar más complicaciones.

Así que, si te han denegado la incapacidad permanente, recuerda que no es el fin del camino. Tienes recursos legales para seguir luchando y cada paso cuenta. No te desanimes y busca asesoramiento especializado. La clave está en no dejarse llevar por la frustración y seguir cada paso con la cabeza fría y el apoyo adecuado.

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