Hoy en día, Hacienda adopta un enfoque más tolerante hacia el error de los contribuyentes, su «derecho al error«, es decir, un criterio meramente administrativo que hace distinción entre el error involuntario y la conducta dolosa.
Un criterio que viene siendo recogido por el Defensor del Contribuyente en algunas de sus recomendaciones, así como por algunos tribunales en las sentencias de los que hemos presenciado sus efectivas resoluciones.
El sentido común también se puede emplear con Hacienda y esta parece dispuesta, en determinados casos, a ser un poco más permisiva.
Cómo Hacienda diferencia entre errores y fraude
El «derecho al error» empezó a destacar cuando el Defensor del Contribuyente en el año 2021 solicitó a Hacienda que tuviera como referencia la no mala fe a la hora de catalogar los errores. En el año 2022, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia también se hizo eco de esta opinión, planteando que un error en la presentación de los tributos no debe siempre conllevar sanciones, siempre y cuando no se cause perjuicio a las arcas públicas.
Imaginemos un caso: presentas fuera de plazo tu declaración de la renta, de manera que te sale a devolver. O bien un supuesto más: no presentas con la regularidad debida una declaración trimestral del IVA, cuando tu empresa no ha tenido actividad en el periodo. Hasta ahora, esos mismos errores se traducían en sanciones de forma automática. En cambio, ahora se revisa la línea de trazar el error pero, cada vez más, Hacienda intenta comprobar la existencia de intencionalidad en el error en cuestión. Esto significa que, cuando tu conducta tributaria ha sido correcta y Hacienda comprueba que el error no produce un perjuicio económico, puedes librarte de la correspondiente sanción.
De hecho, este planteamiento ha reducido de forma sustantiva el número de sanciones. Tal y como ponen de manifiesto los últimos datos de Hacienda, las sanciones como consecuencia de presentar declaraciones informativas equivocadas han disminuido un 67% desde el año 2021 hasta el 2023; las sanciones por autoliquidaciones presentadas fuera de plazo han caído un 36% en el mismo periodo.
Ventajas de un enfoque más comprensivo en Hacienda
Este cambio tiene como finalidad lograr una mejor relación entre Hacienda y los contribuyentes. La presidenta de la Agencia Tributaria, Soledad Fernández Doctor, explicaba en el Congreso de Inspectores de Hacienda celebrado recientemente en Córdoba, que se intentan fomentar criterios de sanción que contemplen la «conducta previa» de los contribuyentes y el propio historial de cumplimiento.
Con ello se persigue que, si cometes un error puntual y no se produce un perjuicio de naturaleza económica para el Estado, Hacienda puede exonerarte de la sanción o bien ofrecerte una reducción sustancial de la misma. De forma práctica, ello redunda en menos tensiones para el contribuyente y en un respiro para los contribuyentes que se esfuerzan en cumplir la normativa, pero se ven en ocasiones estrellados en pequeños incumplimientos por error.
Para el 2024 Hacienda va a continuar precisando estos criterios centrándose en conductas más graves y tratando de analizar mejor la intencionalidad de los contribuyentes. Ello puede suponer una experiencia menos tensa y más justa para los que comenten incumplimientos puntuales. La Agencia Tributaria intenta humanizar y modernizar sus procedimientos, poniendo como prioridad el fraude real, pero exigiendo menos a quienes, por desconocimiento o negligencia, comenten errores menores.
Este menor rigor, este enfoque más equilibrado constituye una buena noticia para los contribuyentes individuales o las empresas.