Hacienda ha implementado nuevas tasas de retención para este año 2024 que afectarán significativamente a los pensionistas en España para la declaración de la Renta del próximo año.
Este cambio, que responde a la necesidad de ajustar las finanzas públicas, impactará directamente en los ingresos de quienes ya han dejado el mundo laboral. Sin embargo, no todos los jubilados sufren este ajuste de la misma manera, ya que las retenciones son escalonadas y dependen del importe de la pensión recibida.
En términos generales, cuanto mayor sea la pensión, mayor será la retención aplicada por Hacienda. Los jubilados con pensiones más bajas, en muchos casos, estarán exentos de este impuesto o verán una retención mínima, especialmente si se trata de pensiones por gran invalidez, incapacidad permanente absoluta, orfandad o destinadas a víctimas de terrorismo. Estas excepciones se deben a la naturaleza especial de las prestaciones y a la intención de proteger a los sectores más vulnerables de la población.
Por el contrario, quienes perciben pensiones más elevadas serán los más afectados por esta medida fiscal. Es importante recordar que, desde un punto de vista fiscal, la pensión de jubilación se considera un rendimiento del trabajo, lo que implica que está sujeta a las mismas normativas que cualquier otro ingreso laboral.
Retenciones de Hacienda para las pensiones de 2024
El esquema de retenciones para 2024 establece varios tramos según el importe anual de la pensión.
- Para aquellos que reciben hasta 12.000 euros al año, la retención mínima es del 1%.
- En el siguiente tramo, que comprende ingresos entre 12.001 y 18.000 euros, la retención asciende al 2,61%.
- Para las pensiones entre 18.001 y 24.000 euros, la retención es más significativa, alcanzando el 8,69%.
- A partir de este punto, el impacto fiscal se incrementa considerablemente: entre 24.001 y 30.000 euros anuales, la retención se fija en el 11,83%.
- Para aquellos que superen los 30.001 euros al año, la retención alcanza el 15,59%.
Estos porcentajes reflejan un enfoque progresivo en la aplicación del IRPF a las pensiones, siguiendo el principio de que quienes tienen más, contribuyan más. Esta estructura es similar a la de otros impuestos sobre la renta en España, donde los tramos superiores de ingresos soportan una carga impositiva mayor.
Obligaciones fiscales para los pensionistas
La obligación de presentar la declaración de la Renta también varía según los ingresos totales del pensionista. No se esperan cambios en este sentido para el 2025, por lo que aquellos que no superen los 22.000 euros anuales están exentos de esta obligación, al igual que cualquier otro contribuyente con ingresos dentro de ese límite. Sin embargo, si el pensionista percibe otros ingresos adicionales que superen los 1.500 euros anuales, sí tendrá que realizar la declaración, en consonancia con las reglas aplicables a los contribuyentes con más de un pagador.
Además, la Agencia Tributaria facilita a los pensionistas la opción de ajustar voluntariamente el tipo de retención que se les aplica, a través de su portal web. Esta posibilidad permite a los jubilados gestionar de manera más eficiente sus finanzas personales, anticipándose a posibles ajustes en la declaración de la Renta.
Este nuevo esquema de retenciones tiene como objetivo equilibrar las finanzas públicas, pero su impacto sobre las pensiones de jubilación será significativo para muchos ciudadanos. En un contexto donde la inflación y el costo de vida siguen siendo preocupaciones centrales para la población, las nuevas retenciones podrían agravar la situación financiera de algunos pensionistas, que verán cómo una parte considerable de sus ingresos se destina a Hacienda.