La evolución del sistema de pensiones ha sido objeto de ajustes continuos, y para esta año trae consigo cambios importantes que afectan directamente a las pensiones y en la edad de jubilación.
Estos ajustes son el resultado de reformas a lo largo de la última década que buscan garantizar la sostenibilidad del sistema en el futuro.
Una de las transformaciones más notables es el retraso progresivo de la edad de jubilación, una medida implementada desde la reforma de las pensiones en 2011.
Nueva edad de jubilación
Antes de este cambio, la edad era uniforme para todos los trabajadores, pero a partir de entonces se estableció un calendario progresivo basado en la cantidad de años cotizados. En el año 2024, la edad de jubilación se sitúa en 66 años y seis meses para aquellos que no han alcanzado los 38 años cotizados, mientras que para aquellos que sí han alcanzado este nivel, la edad se mantiene en 65 años.
La aspiración de todo trabajador que se jubila es obtener el 100% de su pensión, lo que equivale a recibir el total de la base reguladora derivada de sus años cotizados. Para lograrlo, se requerirán al menos 36 años y medio de cotización. Aquellos con menos años cotizados recibirán un porcentaje proporcional a su historial laboral, donde cada periodo adicional de cotización proporciona un incremento en el porcentaje de la base reguladora.
Además, el 2024 trae consigo un aumento del 3,8% en las pensiones contributivas, como resultado de la primera fase de la reforma de las pensiones que vincula el aumento de estas pensiones con la inflación del año anterior. Este aumento no se aplica uniformemente, ya que las pensiones mínimas recibirán incrementos adicionales por encima de la inflación para garantizar un acoplamiento progresivo al «umbral de la pobreza calculado para un hogar compuesto por dos adultos».
Es relevante destacar que estas medidas buscan no solo garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones sino también mejorar la calidad de vida de los jubilados, asegurando que sus ingresos puedan hacer frente a las necesidades básicas y estén en línea con las condiciones económicas y sociales cambiantes. La evolución constante del sistema de pensiones refleja el compromiso del gobierno en adaptarse a las realidades del país y garantizar un futuro más estable para las generaciones venideras.
Jubilación anticipada para trabajadores con discapacidad
Desde el 1 de junio de 2023, los trabajadores con una discapacidad del 45% o más y que hayan cotizado durante cinco años desde el reconocimiento de esa discapacidad podrán acceder a la jubilación anticipada.
El Consejo de Ministros aprobó un real decreto el 16 de mayo de 2023 para facilitar este acceso anticipado a la jubilación para aquellos con una discapacidad superior al 45%. Esta normativa reduce el período de cotización necesario de 15 a 5 años desde el diagnóstico de la discapacidad.
Una novedad relevante es que aquellos con múltiples patologías discapacitantes pueden optar por la jubilación anticipada si la suma de sus condiciones supera el 45% de discapacidad. Se estima que esta medida del Ejecutivo duplicará el número de beneficiarios.
Los trabajadores, tanto por cuenta ajena como por cuenta propia, incluidos en cualquiera de los regímenes del sistema de la Seguridad Social, siempre que puedan demostrar:
- Estar en alta o en situación similar al alta.
- Haber trabajado durante un período mínimo equivalente al requerido para acceder a la pensión de jubilación, con una discapacidad del 45% o más durante al menos cinco años a lo largo de su vida laboral.
Para acreditar la discapacidad se requiere un informe médico que detalle la fecha en la que se manifestó la patología, ya sea desde el nacimiento o en fechas posteriores. Además, para confirmar que la discapacidad ha sido del 45% o más durante al menos cinco años, se precisa un certificado emitido por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales o el órgano pertinente de cada comunidad autónoma, que especifique la fecha en la que comenzó o se manifestó la discapacidad.