En 2024, la legislación española ofrece la posibilidad de jubilación anticipada a los 52 años para ciertos trabajadores con discapacidades, gracias al Real Decreto 370/2023. Esta normativa permite a quienes tienen un grado de discapacidad igual o superior al 65% retirarse antes de la edad habitual, que actualmente está fijada en los 65 años con al menos 38 años cotizados, o en los 66 años y medio sin llegar a esos 38 años de cotización.
La jubilación anticipada para personas con discapacidades no implica recortes en la pensión siempre que se cumplan ciertos requisitos.
Para poder acceder a esta jubilación anticipada, es necesario haber cotizado al menos 15 años, de los cuales cinco deben haber sido mientras se padecía una enfermedad discapacitante. Este hecho debe ser ratificado por un informe médico del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) o del órgano correspondiente de la Comunidad Autónoma.
En casos donde no sea posible obtener esta certificación por períodos anteriores a la asunción de competencias, se puede acreditar la discapacidad mediante certificación o acto administrativo de reconocimiento expedido por el organismo competente en ese momento, o por cualquier otro medio de prueba aceptado por la Entidad gestora de la Seguridad Social.
Cómo se calcula la jubilación anticipada para personas con enfermedades
Los trabajadores con un grado de discapacidad del 65% o superior pueden reducir su edad de jubilación aplicando un coeficiente del 0,25 al tiempo trabajado, que aumenta a 0,50 si se demuestra la necesidad de asistencia de una tercera persona para la vida diaria. En caso de discapacidad del 45%, la edad mínima para la jubilación anticipada se fija en los 56 años.
El tiempo de trabajo no computa en casos de bajas médicas por enfermedad común o profesional, accidentes laborales, y suspensiones de contrato por maternidad, adopción o acogimiento, riesgo durante el embarazo o lactancia natural. También se excluyen las ausencias autorizadas con derecho a retribución según las disposiciones laborales vigentes.
Enfermedades y trastornos que permiten la jubilación anticipada
Las enfermedades y trastornos que permiten acogerse a esta jubilación anticipada incluyen:
- Parálisis cerebral
- Síndrome de Down
- Síndrome de Prader Willi
- Síndrome X frágil
- Osteogénesis imperfecta
- Acondroplasia
- Fibrosis quística
- Enfermedad de Wilson
- Trastornos del espectro autista
- Anomalías congénitas secundarias a talidomida
- Secuelas de polio o síndrome postpolio
- Traumatismo craneoencefálico
- Secuelas de tumores del SNC
- Infecciones o intoxicaciones
- Esquizofrenia
- Trastorno bipolar
- Esclerosis lateral amiotrófica (ELA)
- Esclerosis múltiple
- Leucodistrofias
- Síndrome de Tourette
- Lesión medular traumática
Este Real Decreto representa un avance significativo para los derechos de los trabajadores con discapacidades graves, proporcionándoles de esta forma una opción de jubilación anticipada sin sufrir ningún tipo de penalizacióon económicas significativas. La normativa reconoce las dificultades adicionales que enfrentan estas personas y ajusta los requisitos de cotización y edad en consecuencia.
Aunque la lista de enfermedades y trastornos que califican para esta jubilación anticipada es extensa, está sujeta a ampliaciones, asegurando que se pueda incluir a más personas conforme se reconozcan nuevas condiciones discapacitantes. Esta medida no solo busca mejorar la calidad de vida de estos trabajadores, sino también reconocer el esfuerzo y las dificultades añadidas que enfrentan en su vida laboral diaria.