El mercado del aceite de oliva ha experimentado un pequeño respiro con la disminución de casi un 5% en los precios en el campo, proporcionando un alivio temporal a empresas destacadas del sector.
Los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación revelan que, desde mitad del mes de septiembre hasta finales de octubre, el costo por cien kilos de aceite virgen extra ha descendido de 848,8 euros a 810,1 euros.
Este descenso en los precios se atribuye a la mayor flexibilidad de las almazaras para negociar, respaldada por las buenas expectativas de producción. A medida que avanza la campaña, iniciada en octubre, se espera que la tendencia a la baja persista debido a las recientes lluvias.
Sin embargo, el mercado del aceite de oliva en el Mediterráneo está inmerso en una espiral descendente. Algunos operadores ya están ofreciendo ofertas para los meses de febrero, marzo y abril a 7,80 euros por kilogramo. Tanto la industria envasadora como la distribución confían en que haya margen para más ajustes de precios en origen.
Se reducen los márgenes con el aceite
Con el litro de aceite virgen extra alcanzando precios récord de 10 a 12 euros en algunos supermercados, las patronales Anierac y Asoliva han asegurado que cumplen estrictamente con la Ley de la Cadena. A pesar de la reducción de márgenes, las patronales defienden que los precios de venta nunca son inferiores a los precios reales de adquisición a los olivareros.
La industria del aceite de oliva se ha visto en la obligación de reducir márgenes, y empresas como Deoleo, propietaria de marcas como Carbonell o Koipe, han registrado pérdidas significativas. Deoleo ha informado de pérdidas de 9,7 millones en el primer semestre de este año, en contraste con un beneficio neto de 5,6 millones en los primeros seis meses del año 2022.
La escalada de precios ha provocado una disminución drástica del consumo, con una caída del 15,7% en las ventas acumuladas de aceite de oliva durante los primeros meses del año 2023. La preocupación por los márgenes comerciales como responsables de esta situación ha sido expresada repetidamente por la industria.
La escasez de producción en nuestro país ha llevado a la industria aceitera a importar aceite de otros países, desde la cuenca mediterránea hasta Sudamérica, y ha resultado en una disminución del 35% en las exportaciones hasta julio en comparación con la media de los siete primeros meses de años anteriores.
Pese a que España es el mayor productor mundial de aceite de oliva, la falta de producción ha afectado de forma negativa a las exportaciones, llevando a la industria a explorar mercados fuera del país. Este cambio en las dinámicas del mercado podría tener un impacto que se prolongue en el futuro del sector, marcando la importancia de una gestión eficaz frente a los desafíos actuales. La campaña que acaba de comenzar será crucial para determinar cómo se desenvolverá la industria en los próximos meses.
Cuándo baja el aceite de oliva
A pesar de la disminución en los precios en origen, trasladar estos ahorros al consumidor final va a llevar tiempo. Ignacio Silva, presidente de Deoleo, ha advertido que los precios del aceite de oliva no se estabilizarán en las tiendas al menos hasta junio del próximo año.
El sector afronta una nueva coyuntura desafiante, específicamente relacionada con las existencias de cara a la temporada navideña. Se percibe un riesgo significativo debido a los niveles críticos de almacenamiento en las bodegas.