La pensión por discapacidad en el año 2024 se erige como un elemento crucial en el ámbito de las prestaciones sociales, especialmente para aquellos ciudadanos que se enfrentan a limitaciones físicas o psíquicas.
Es fundamental comprender las diferencias entre discapacidad e incapacidad, ya que aunque ambas situaciones pueden dar lugar a prestaciones mensuales, sus requisitos y naturaleza son distintos.
Mientras la primera se refiere a deficiencias físicas o psíquicas, la incapacidad permanente se centra en la imposibilidad de trabajar debido a una enfermedad o accidente.
Cómo acceder a la pensión por discapacidad
La pensión no contributiva de invalidez, una forma de pensión por discapacidad, forma parte de las pensiones no contributivas, exentas de cotizaciones previas. Los requisitos para acceder a esta pensión incluyen contar con un reconocimiento de discapacidad igual o superior al 65%, tener una edad entre 18 y 64 años al momento de la solicitud, residir legalmente en España durante al menos cinco años, dos de los cuales deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud, y que los ingresos anuales sean inferiores a 6.784,54 € (en 2023), sin incluir la propia pensión no contributiva.
A diferencia de la incapacidad permanente, la discapacidad se reconoce y calcula a través de los servicios sociales de cada comunidad autónoma. Este reconocimiento, esencial para acceder a la pensión no contributiva de invalidez, debe alcanzar un 65% o más. Los factores que influyen en la determinación del porcentaje de discapacidad se encuentran en seis baremos, según la última regulación de 2023.
El proceso de evaluación implica un examen riguroso realizado por el órgano técnico competente, que emite un dictamen propuesta con el diagnóstico, tipo y grado propuestos. Posteriormente, los servicios sociales emiten una resolución expresa sobre el porcentaje de discapacidad y la puntuación obtenida en los baremos, asignando de esta forma un grado específico.
Cómo cobrar la pensión por discapacidad
La clasificación de grados y porcentajes varía en diferentes clases, desde nulo hasta total. Un porcentaje inferior al 33% no conlleva ni prestación económica, ni beneficios fiscales ni beneficios sociales. Un porcentaje igual o superior al 33% (pero inferior al 65%) ofrece ventajas sociales y fiscales, aunque aún no alcanza el porcentaje necesario para la pensión no contributiva. Un porcentaje igual o superior al 65% da derecho a la pensión no contributiva de invalidez, además de las ventajas sociales y fiscales.
Desde 2021, la pensión por discapacidad puede ser más alta si se carece de vivienda propia y la residencia habitual es alquilada, otorgando 525 € adicionales anuales. El derecho a la pensión no impide el ejercicio de actividades laborales compatibles, siempre que no se supere el límite establecido de 12.847,84 € al año.
La solicitud de la pensión se puede realiza en la conserjería de servicios sociales de cada comunidad autónoma o directamente en el Imserso en Ceuta y Melilla. Documentación como el DNI, certificado de discapacidad, información laboral y de empadronamiento, entre otros, son requeridos para completar el proceso. En resumen, la pensión por discapacidad en 2024 es un componente crucial para aquellos que enfrentan limitaciones, proporcionando un apoyo financiero y social necesario para mejorar su calidad de vida.