La incapacidad permanente es una de las ayudas más elementales de la Seguridad Social en España. Está creada para ayudar a las personas que, debido a un accidente o enfermedad, les impide poder seguir trabajando con su profesión. Pero esta ayuda no es de por vida para todos los casos.
Existe un tope de edad en la que al llegar el momento la regulación que tiene esta prestación se transforma en otro tipo de ayuda, en la pensión de jubilación. Y esto no se produce de forma automática y ajena a la persona beneficiaria. Es necesario tener en cuenta las condiciones a las que se ve sometida esta regulación, ya que puede afectar a derechos y cantidades. Seguidamente explicamos en qué consiste este límite en la edad y qué explicación se te puede dar para poder garantizar que la Seguridad Social deja la prevalencia de tu situación.
¿Qué pasa con la incapacidad permanente cuando llega el momento de la jubilación?
En España la Seguridad Social establece que la incapacidad no puede coincidir con la jubilación. Esto significa que al llegar a la edad legal de jubilación se extinga la pensión de incapacidad, para pasar a cobrar la pensión de jubilación. La cuantía de la pensión de jubilación depende de los años cotizados y de la base reguladora que ha tenido a lo largo de su vida laboral. El cambio no es sólo un tema administrativo. La edad de jubilación es distinta según el tiempo cotizado. En 2024, las personas trabajadoras que hayan cotizado durante 38 años o más se pueden jubilar a partir de los 65 años, mientras que las que cotizaron menos de 38 años deberán esperar a los 66 años y seis meses. Por lo tanto, es necesario conocer tu propia situación para evitar sorpresas con las percepciones.
Requisitos básicos para acceder a la pensión por incapacidad permanente
Para poder percibir la pensión por incapacidad los trabajadores deberán cumplir con una serie de requisitos muy claros. Uno de ellos es estar en el momento del accidente como persona dada de alta o en una situación asimilada a la de alta en la Seguridad Social. Así mismo, el beneficiario debe poner de manifiesto que, total o parcialmente, no puede realizar su trabajo habitual; ahora bien, la edad sí que cuenta. Aún pudieran existir personas que alcanzando la edad de jubilación solo pudiesen optar a la pensión de jubilación. Hay que aclarar que, aunque esto no cuente entre las prestaciones a devolver, ni tampoco se llegan a perder derechos, sí que exige un cumplimiento para realizar gestiones ante la Seguridad Social.
Aviso a la Seguridad Social el cambio.
Si estás cerca de la jubilación mientras percibes la pensión de incapacidad permanente, lo mejor que puedes hacer es notificar la situación a la Seguridad Social, lo que permitirá calcular la cuantía de la pensión para que no haya interrupciones. De igual forma, también te asegurarás que la cuantía a percibir refleje y compute satisfactoriamente la cotización y los derechos que has ido acumulando por el trabajo que has realizado, la pensión de incapacidad permanente a la pensión de jubilación forma parte de un sistema de protección de los trabajadores a lo largo de toda la vida laboral, sólo tienes que cumplir los requisitos y poner en conocimiento de la Seguridad Social los cambios que vayan apareciendo y, así, poder disfrutar de la tranquilidad que proporciona un sistema dirigido a cuidar de ti y por el esfuerzo realizado.