El año 2025 introduce novedades importantes para las pensiones de incapacidad permanente total. Las revalorizaciones que ya se han anunciado y van a permitir que estas prestaciones mantengan su poder adquisitivo con respecto a la inflación. No obstante, ello, las reglas y, sobre todo, las cifras han cambiado de forma importante, sobre todo en el cálculo de la pensión y los requisitos de acceso.
A partir del 1 de enero de 2025, las cuantías volverán a ajustarse de acuerdo con el IPC interanual del año anterior. Esto significa que si bien el incremento estará entre el 2 % y el 3 % se trata de un aumento moderado con respecto a otros incrementos en años anteriores (como el incremento del 8,5 % de 2023). En este sentido hay que tener en cuenta que el Instituto Nacional de Estadística (INE) contempla una inflación controlada y es este el umbral que define a la hora de actualizar la cuantía.
El cambio no únicamente afecta a los números, sino también a la interpretación de los requisitos y el procedimiento de solicitud. La incapacidad permanente total que inhabilita para la profesión habitual pero no para trabajar en el resto de sectores va a ser más estricta a la hora de la evaluación y compatibilidad con el trabajo. Esto favorecería a los nuevos solicitantes, pero también a aquellos que perciben la prestación.
¿Cómo se calculará el monto a percibir por incapacidad permanente total para 2025?
El cálculo de la pensión de incapacidad permanente total estará condicionado por diversos aspectos: el salario previo, la base reguladora y el determinado origen de la incapacidad. En caso de que sea enfermedad común, se aplicará el 55% de la base reguladora y habrá dos pagas extra en el año. En caso de enfermedad profesional o accidente laboral, las extraordinarias estarán prorrateadas en las mensualidades ordinarias. Un aspecto muy importante para 2025 será el posible incremento del 20% del porcentaje para personas mayores de 55 años que presentan dificultades a la hora de acceder al mundo laboral. Además, en caso de que la incapacitación se derivara de incumplimientos en la prevención laboral por parte del empresario, el recargo del importe de la prestación podría variar entre un 30% y un 50%. De este modo se evidencia la importancia de las condiciones laborales y cómo pueden afectar a las prestaciones que se perciben en caso de una incapacidad laboral grave.
Incapacidad permanente total, compatibilidades y exenciones en 2025
Otro aspecto importante es la compatibilidad que se reconoce a la pensión respecto de otras formas de obtener ingresos. Los beneficiarios se les permite trabajar en empleos diferentes a la que ha dado lugar a la incapacidad. Si esta persona pierde la ocupación que pudiera estar llevando a cabo, tendrá la posibilidad de percibir la prestación por desempleo, al mismo tiempo que la pensión. Y en cuanto a la fiscalidad, por su parte, la pensión por incapacidad permanente total quedará sujeta al IRPF, aunque no tendrá cabida el acceso a las exenciones que sí coinciden en materia de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez. Sin embargo, la calificación automática de sus beneficiarios como personas con discapacidad del 33% o más dará lugar a una serie de deducciones fiscales significativas.