Estos son los cambios en la incapacidad temporal por violencia de género

El Gobierno ha anunciado cambios que afectan de forma directa a la incapacidad temporal derivada de la violencia de género.

Incapacidad temporal violencia de género

El Gobierno modifica la incapacidad temporal por violencia de género.

El Gobierno ha dado un importante paso en la protección de las víctimas de violencia de género al equiparar económicamente las bajas médicas derivadas de esta situación con la incapacidad temporal por enfermedad profesional.

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, anunció esta importante medida en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario celebrado a principios del mes de marzo.

Hasta ahora, las bajas médicas causadas por violencia de género se consideraban contingencias comunes, como una gripe o un resfriado. Sin embargo, con la nueva medida aprobada por el Gobierno, estas bajas se tratarán como contingencias profesionales.

Cambios en la incapacidad temporal por violencia de género

Esto implica que las víctimas de violencia machista percibirán desde el primer día de la baja el 75% de la base reguladora con cargo a la administración, eliminando además el requisito de un período de carencia.

Este cambio promueve desde la Seguridad Social una «mayor protección a situaciones de incapacidad temporal que tengan causa en la violencia machista». Este cambio no solo representa una mejora económica para las víctimas, sino también un reconocimiento de la gravedad y el impacto de la violencia de género en la vida laboral de las mujeres.

También se ha subrayado el compromiso del Gobierno con la protección de las mujeres migrantes, especialmente aquellas que son víctimas de trata. Se han flexibilizado los requisitos para que estas mujeres puedan acceder al Ingreso Mínimo Vital, una medida crucial para su integración y recuperación.

Crece el número de mujeres trabajando

Desde el Gobierno se ha querido dejar claro el compromiso continuo con la igualdad de género. Este compromiso ha dado frutos evidentes ya que actualmente se ha alcanzado el máximo histórico de mujeres trabajando en España, con 9,8 millones de empleadas. Desde 2019, el empleo femenino ha crecido un 11,8%.

La calidad del empleo femenino también ha mejorado significativamente. La proporción de contratos indefinidos entre mujeres ha aumentado más que entre los hombres, y las bases de cotización de las mujeres han crecido a un ritmo superior al de los varones. Estas cifras reflejan una tendencia positiva hacia la igualdad laboral y la estabilidad en el empleo para las mujeres.

Otro aspecto positivo des la reducción de la brecha de pensiones. El Ingreso Mínimo Vital, en particular, ha sido un instrumento decisivo en este sentido, beneficiando especialmente a las mujeres. Actualmente, el 66% de los beneficiarios del IMV son mujeres, lo que subraya su impacto en la reducción de la desigualdad económica y en la mejora de las condiciones de vida de las mujeres más vulnerables.

Por tanto, la equiparación económica de la incapacidad temporal por bajas médicas por violencia de género a las bajas por contingencias profesionales es un hito en la lucha por la igualdad y la protección de las mujeres en España. Esta medida no solo proporciona un mayor apoyo financiero a las víctimas, sino que también reconoce la gravedad de la violencia machista y su impacto en la vida laboral. Junto con otras políticas de apoyo a las mujeres, especialmente a las migrantes y a las más vulnerables, el Gobierno demuestra un firme compromiso con la igualdad de género y la protección social.

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