Las reglas de jubilación continúan su evolución, y en el año 2024, aquellos trabajadores que hayan cotizado al menos 38 años podrán jubilarse de forma legal a los 65 años. Sin embargo, existe una opción para aquellos que deseen retirarse incluso antes: la jubilación anticipada, que permite la jubilación forzosa a los 61 años bajo ciertas condiciones específicas.
En el próximo año, la edad legal de jubilación se establecerá en 66 años y 6 meses para aquellos que no alcancen la cifra mágica de 38 años de cotización. Pero para aquellos que cumplan o superen esta cifra, la edad de jubilación legal será de 65 años. Sin embargo, la jubilación anticipada te pueda dar la posibilidad de que puedas retirarse hasta cuatro años antes de la edad legal, siempre que se cumplan ciertos requisitos.
La jubilación forzosa, en este contexto, implica la posibilidad de retirarse antes de tiempo debido a un cese no voluntario en el trabajo. Sin embargo, a pesar de que la jubilación forzosa exige un período mínimo de cotización de 33 años de edad, aquellos que aspiren a jubilarse con 61 años en 2024 deben cumplir los requisitos establecidos para la jubilación a los 65 años de edad, lo que implica haber cotizado un mínimo de 38 años.
Jubilarse de manera forzosa
La jubilación forzosa se activa en situaciones como despidos colectivos por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción, resolución judicial del contrato, fallecimiento, jubilación o incapacidad del empresario individual, circunstancias de fuerza mayor reconocidas por la autoridad laboral, o por la voluntad de la trabajadora víctima de violencia de género.
En el caso de la jubilación voluntaria anticipada, la edad requerida puede ser, como máximo, dos años inferior a la establecida legalmente. Sin embargo, se exige un período de cotización de al menos 35 años, dos más que en la modalidad de jubilación forzosa.
Reducción de la pensión
Es crucial tener en cuenta que la jubilación anticipada conlleva una reducción en la pensión, ya que se aplican coeficientes reductores. La anticipación en el retiro se traduce en una disminución proporcional de la prestación, siendo mayor cuanto más temprano se jubile el trabajador.
Estos coeficientes reductores experimentaron modificaciones el año pasado como parte de la primera fase de la reforma de las pensiones. Ahora se aplican mensualmente sobre la pensión calculada, en contraste con la metodología anterior, que utilizaba trimestres y se calculaba sobre la base reguladora.
Es importante tener en cuenta que, después de aplicar los coeficientes, la cuantía de la pensión no puede superar el tope máximo establecido (3.058,81 euros mensuales en el año en curso) reducido en un 0,50% por cada trimestre o fracción de trimestre de anticipación en el retiro. Con esta nueva configuración para el año 2024, los trabajadores deben evaluar cuidadosamente las opciones y considerar los posibles impactos financieros antes de tomar la decisión de jubilarse anticipadamente.
Estas medidas son muy importantes para aquellos trabajadores que por alguna circunstancia ajena a ellos, se quedan sin empelo a una edad que resulta muy complicado encontrar otro puesto laboral, y por tanto, se impide que estas personas queden excluidas económicamente de la sociedad.