La elección entre optar por la jubilación anticipada en el año 2023 o postergarla hasta el año 2024 se ha convertido en un quebradero de cabeza para numerosos trabajadores que aspiran a abandonar el ámbito laboral antes de la edad estándar de jubilación. La Seguridad Social han desplegado información esencial destinada a facilitar a las personas una toma de decisiones fundamentadas y acertadas.
El proceso de jubilación anticipada conlleva una serie de coeficientes reductores y penalizaciones que influyen directamente en la cuantía de la pensión a recibir. En el año 2023, la posibilidad de acogerse a la jubilación anticipada de manera voluntaria se abre a los 63 años, siempre y cuando se hayan cotizado al menos 37 años y nueve meses. En caso contrario, se tendrá que esperar hasta los 64 años y cuatro meses. A partir del año 2024, los requisitos experimentan un ligero ajuste, permitiendo la jubilación anticipada a los 63 años si se cuentan con al menos 38 años cotizados, o a los 64 años y seis meses en caso contrario.
Es importante tener presente que, para que la jubilación sea considerada voluntaria, el trabajador debe demostrar un mínimo de 35 años cotizados a la Seguridad Social, de los cuales al menos dos deben estar comprendidos en los 15 años anteriores a la solicitud. Asimismo, ciertos servicios, como el servicio militar obligatorio o la prestación social sustitutoria, pueden ser considerados en el cómputo de años cotizados, con un límite máximo de un año.
Modificaciones para la jubilación anticipada
La reforma implementada por el ministro José Luis Escrivá en 2022 ha introducido modificaciones en las penalizaciones y coeficientes reductores, los cuales ahora se aplican de forma mensual sobre la cuantía final de la pensión, en contraste con el método trimestral previo que se basaba en la base reguladora. Al tomar la decisión sobre cuándo jubilarse, es imprescindible considerar factores como la revalorización de la pensión según el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que tiende a incrementarse a lo largo del año.
Las penalizaciones, en función de los meses de adelanto, se distribuyen de la siguiente manera:
- Con un anticipo de 3 meses, la penalización es del 0,5%, resultando en una pensión de 3.044 euros mensuales.
- Un adelanto de entre 3 y 6 meses acarrea una penalización del 1%, con una pensión de 3.029 euros mensuales, y así sucesivamente, con una penalización máxima del 4% para un adelanto de entre 21 y 24 meses, resultando en una pensión de 2.937 euros mensuales.
Revalorización de las pensiones
En relación con la revalorización, se prevé que en 2024 la pensión máxima experimente un aumento de acuerdo con la inflación media anual de noviembre, estimada en aproximadamente un 4,7% según Funcas y un 4% según el Gobierno. Este incremento podría contrarrestar el coeficiente más elevado que se aplicará en el año 2024, indicando que no habría una pérdida sustancial al optar por la jubilación en ese año en lugar de 2023.
Adicionalmente, se plantea la posibilidad de retrasar la jubilación al menos un mes, pasando de diciembre de 2023 a enero de 2024, lo que podría resultar en una penalización menor por los meses de adelanto. De esta manera, la elección entre 2023 y 2024 para la jubilación anticipada se vuelve dependiente de diversos factores, entre ellos la situación financiera personal y las condiciones específicas de cada individuo. Por tanto, se subraya la importancia de ponderar todas las variables antes de tomar una decisión que impactará significativamente en el futuro económico del trabajador.