Los trabajadores van a experimentar una reducción en sus ingresos netos en 2025 por la subida de la cotización que deberán soportar los trabajadores y las empresas del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), uno de los mecanismos que debería permitir afrontar las pensiones en nuestro país. El MEI no es un impuesto, sino una cotización más a la de Seguridad Social.
El MEI fue imponiéndose en 2023 fruto de la reforma de pensiones liderada por el entonces ministro de la Seguridad Social José Luis Escrivá. Desde que se aprobó esta cotización ha ido subiendo y para 2025 va a volver hacerlo. Finalmente, el MEI tiene como objetivo sustentar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, conocido como la «hucha de las pensiones». Al ser la población muy envejecida y las jubilaciones de la generación del baby boom a la vuelta de la esquina, este sistema se va a tener que preparar para las pensiones que tengan que pagarse en el futuro.
Cómo aumenta el MEI en 2025
El MEI subirá 0,10 puntos porcentuales, por lo que la total cotización va a ser 0,80 puntos. El MEI va a afectar a la base de cotización por contingencias comunes para la cotización por cuenta de la empresa.
La forma de distribución va a ser la siguiente: las empresas aportarán un 0,67 y los trabajadores van a asumir la carga de un 0,13. En la práctica esto significa que el salario neto mensual se va a ver afectado por un -0,1%. Aunque la cifra no parece excesiva, acumuladamente a lo largo de los años, este va a resultar en un incremento importante. Para el año 2030 el MEI estará en 1,20 puntos porcentuales, de los cuales la mitad corresponderá al trabajador. De hecho, el MEI está previsto que deban permanecer hasta el año 2050, con subidas hoy por hoy.
El impacto del MEI en todos los trabajadores
La subida del MEI tiene repercusión en todos los trabajadores que coticen a la Seguridad Social, sin excepción, incluyendo empleados en el sector privado, funcionarios, autónomos y otros colectivos como las trabajadoras del hogar y los empleados agrarios, ya que el texto de la norma establece que esta cotización se aplicará a todos aquellos regímenes donde se cotice por la contingencia de jubilación; no obstante, siendo una cotización adicional obligatoria, el MEI no se tendrá en cuenta a efectos de calcular las futuras prestaciones. Es decir, el MEI no revaloriza la futura pensión, sino que está destinado a la salvaguarda del fondo de reserva del Sistema, lo que ha propiciado múltiples críticas por cuanto muchos trabajadores piensen que están abonando más, pero ello no se traduce en una pensión jubilación de mayor importe.
El debate sobre la sostenibilidad del Sistema de Pensiones en España está aún abierto. La subida del MEI llega a ser sólo una más de las medidas que implanta el Gobierno en aras de afrontar la problemática demográfica. Si bien las administraciones defienden que es voluntad política, el esfuerzo sigue siendo necesario para que el sistema no se hunda, lo cierto es que el impacto se notará con la nómina mes a mes. Para los trabajadores eso significará ajustar el presupuesto y ser conscientes de que, con cada subida, la nómina neta se verá un poco más disminuida.