Cuando dé comienzo el año 2024, vamos a ser testigos de una de las mayores subidas en las pensiones que se recuerdan, con un incremento del 8,5% en las pensiones contributivas y del 15% en las no contributivas. Este incremento será similar al implementado desde enero de 2023.
Aunque esta noticia ha sido recibida con beneplácito, es importante destacar un aspecto negativo que afecta directamente a los pensionistas: las retenciones de Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Cuando se anuncia un aumento en las pensiones, este incremento se traduce también en un alza en las retenciones de IRPF, aunque eso no te lo suelen anunciar desde la Seguridad Social. Este porcentaje de retención varía en función de la cuantía de la prestación, estableciendo diferentes rangos y porcentajes. Por ejemplo, para pensionistas que cobren menos de 12.000 euros, el porcentaje de IRPF a retener es del 1%, mientras que para pensiones que superan los 30.000 euros, el porcentaje asciende significativamente al 15,59%. Este aumento en las retenciones puede tener un impacto directo en el monto neto que los pensionistas finalmente reciben en sus cuentas.
Retenciones en las pensiones
Es crucial entender que estos porcentajes de retención están vinculados a las circunstancias personales de cada pensionista, y existe la obligación de presentar declaración para aquellos cuyos ingresos superen ciertos umbrales.
Estas son las retenciones aplicables a las pensiones en 2023:
- Hasta 12.000 €: 1%
- Entre 12.001€ y 18.000€: 2,81%
- Entre 18.001€ y 24.000€: 8,69%
- Entre 24.001€ y 30.000€: 11,83%
- Más de 30.001: 15,59%
El impacto de estas retenciones en la cantidad de dinero neto de las pensiones puede resultar en una reducción de la nómina para los pensionistas. A pesar de la anunciada subida en las pensiones, las retenciones de IRPF ejercen una presión económica que puede afectar negativamente los ingresos finales de los beneficiarios. Es fundamental reconocer que este porcentaje de retención está sujeto a las particularidades de cada individuo, y aquellos con ingresos que superan ciertos umbrales tienen la responsabilidad de cumplir con las obligaciones fiscales correspondientes. Por ejemplo, si la pensión que cobra una persona está al borde de superar cualquiera de los límites señalados anteriormente, y lo supera con la subida que se realizará a comienzos de año, su prestación neta será inferior a la que venía cobrando en el año 2023.
En el horizonte, se plantea la posibilidad de nuevos aumentos en las pensiones en los próximos años con el objetivo de superar el umbral de la pobreza para el año 2027. Este enfoque busca reducir la brecha entre la cuantía de referencia de las pensiones y el umbral de pobreza mediante incrementos progresivos en los próximos años. Aunque las retenciones de IRPF puedan impactar el monto neto actual, se espera que estas medidas contribuyan a mejorar la situación económica de los pensionistas en el futuro.
Futuro de las pensiones
El futuro de las pensiones es un tema de gran preocupación en España, ya que el sistema actual se enfrenta a una serie de retos estructurales que amenazan su sostenibilidad.
Los principales problemas del futuro de las pensiones en España son los siguientes:
- Evolución demográfica: La población española está envejeciendo a un ritmo acelerado. La esperanza de vida ha aumentado de forma significativa en las últimas décadas y se espera que siga aumentando en el futuro. Esto significa que habrá cada vez más personas jubiladas y, por lo tanto, más gasto en pensiones.
- Tasa de natalidad: La tasa de natalidad española es muy baja. Esto significa que habrá menos trabajadores cotizando a la Seguridad Social para financiar las pensiones de los jubilados.
Empleo: La tasa de empleo en España es relativamente baja. Esto significa que hay menos trabajadores cotizando a la Seguridad Social.