Con la llegada del año 2024, se implementan cambios significativos en la edad de jubilación para los ciudadanos españoles.
Desde el 1 de enero, aquellos que deseen retirarse con el 100% de la pensión deben alcanzar la edad de 66 años y seis meses, según las disposiciones establecidas en la reforma de pensiones de 2013. Esta reforma, que abarcó un período de 15 años, progresivamente elevó la edad del retiro desde los 65 hasta los 67 años.
La exigencia de tener 66 años y seis meses se aplica a aquellos individuos que cuenten con menos de 38 años de cotización. En comparación, en el año 2023, la edad requerida para jubilarse con menos de 37 años y nueve meses cotizados era de 66 años y cuatro meses.
Por otro lado, aquellos trabajadores que hayan acumulado más de 38 años de cotización podrán retirarse con el 100% de la pensión a partir del 1 de enero de 2024, siempre y cuando alcancen la edad de 65 años.
Cabe destacar que uno de los elementos inalterados por la reforma de 2013 es el requisito de cotización mínima para acceder a la pensión contributiva, manteniéndose en al menos 15 años. De estos, dos deben estar comprendidos en los últimos 15 años previos a la jubilación.
Otros tipos de jubilación
En el ámbito de la jubilación parcial, la edad mínima de acceso será la edad ordinaria de jubilación correspondiente en cada caso, a menos que la empresa realice un contrato de relevo.
En este último escenario, desde el 1 de enero de 2024, la edad mínima de acceso para el retiro parcial será de 62 años y seis meses para aquellos con 36 años o más cotizados, o de 64 meses para aquellos con 33 años cotizados.
En cuanto a la jubilación anticipada, la Seguridad Social permite la retirada voluntaria de los trabajadores hasta un máximo de 24 meses antes de la edad legal ordinaria.
En situaciones de retiro anticipado involuntario, se autoriza la retirada hasta 48 meses antes de la edad ordinaria de jubilación. Sin embargo, se aplican coeficientes reductores sobre la cuantía de la pensión en función del número de meses de adelanto y del periodo de cotización acumulado.
En contraposición, si se decide retrasar voluntariamente el acceso a la pensión de jubilación después de la edad ordinaria, el pensionista recibirá una bonificación. Esta bonificación puede consistir en un porcentaje adicional de pensión del 4%, una cantidad a tanto alzado o una combinación de ambos si se posterga la jubilación por dos años o más.
Es importante tener en cuenta estas variables al planificar el momento de retirarse del trabajo, ya que afectan directamente la cuantía de la pensión a recibir. En definitiva, la legislación vigente en nuestro país experimenta ajustes importantes que impactan en los requisitos y beneficios asociados a la jubilación anticipada, parcial y ordinaria.
Además de estos cambios, la legislación española también contempla diversas modalidades de jubilación que permiten una mayor flexibilidad para los trabajadores. Entre ellas, destaca la opción de jubilación parcial sin necesidad de que la empresa realice un contrato de relevo. En este caso, la edad mínima de acceso será determinada por la edad ordinaria de jubilación aplicable en cada situación específica.