Estamos atravesando un periodo de preocupación en torno al envejecimiento de la poblacional en España y el futuro que nos espera con las pensiones. Esto ha provocado que sean muchas las voces que se manifiesten aportando ideas para que esta situación no se convierta en un problema real en el futuro.
El destacado economista y catedrático de la Universidad Complutense, José Ignacio Conde-Ruiz, es una de esas personas que ha alzado la voz para presentarnos una propuesta innovadora para poder reformar el sistema de pensiones del país. José Ignacio Conde-Ruiz tiene una dilatada experiencia y alerta de que España va camino de convertirse en uno de los países más envejecidos del mundo, ya que se juntan dos factores clave con las altas expectativas de vida y bajas tasas de fecundidad.
En el análisis presentado, el economista hace referencia a que, aunque España puede enorgullecerse de tener una de las esperanzas de vida más alta, existe un desequilibrio demográfico que plantea una serie de interrogantes sobre la sostenibilidad a largo plazo del actual sistema de pensiones.
Las proyecciones indican que para el año 2068 habrá más de 15,5 millones de personas que estén jubiladas, mientras que solo habrá algo más de 25 millones de personas en edad de trabajar (entre 24 y 65 años). Por eso Conde-Ruiz insiste en la necesidad urgente de adaptar el sistema de pensiones a esta nueva realidad demográfica. Es en este contexto que el economista propone una serie de medidas que van destinadas a garantizar la viabilidad del sistema en el futuro.
Jubilación gradual y flexible para mantener las pensiones
Una de las propuestas que más ha llamado la atención del economista es la implementación de una jubilación gradual y flexible que pueda ser compatible con el trabajo. Conde-Ruiz expone que se debería permitir a los pensionistas combinar sus ingresos laborales con las pensiones, y de esta manera se crearía un sistema más adaptable a las necesidades y aspiraciones de los jubilados. Este enfoque proporcionaría seguridad financiera y una transición más suave de la vida laboral a la jubilación.
Conde-Ruiz también ha querido subrayar la importancia de reconocer las diferencias en la naturaleza de las profesiones, y sugiere que la salida del mercado laboral no debería ser igual para todos. Por eso es partidario de salidas más generosas para las profesiones que implican desgaste físico. Este enfoque diferenciado sería más justo, y tendría en cuenta el bienestar de los trabajadores en el momento de su jubilación.
Pensiones adaptadas a toda la vida laboral
El economista también hace especial mención a la importancia de mantener la integridad del sistema actual, proponiendo que las pensiones de los actuales jubilados no deberían ser objeto de ajustes. Además cree que se debería tener en cuenta toda la vida laboral de un individuo para calcular su pensión, ya que se conseguiría una representación más precisa de las contribuciones a lo largo del tiempo, garantizando una jubilación justa y equitativa.
La propuesta de Conde-Ruiz no solo se centra en la necesidad de adaptarse a la nueva realidad demográfica, sino que también busca crear un sistema de pensiones más equitativo y sostenible para el futuro de España. Con su profundo conocimiento y experiencia, el economista ofrece una visión valiosa que podría guiar las discusiones y decisiones en torno a la reforma del sistema de pensiones en el país.