La Seguridad Social ha emitido un importante comunicado dirigido a aquellos trabajadores que se acercan a la edad de jubilación, avisando de la relevancia de cotizar durante los últimos años laborales para evitar una considerable disminución en la cuantía de la pensión.
En España, las pensiones son administradas por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Esta entidad se encarga de distribuir millones de pensiones mensualmente, abarcando jubilaciones, incapacidades y otras situaciones de vulnerabilidad económica. Debido a la significativa importancia de las pensiones, la Seguridad Social ha enfatizado la necesidad de cotizar hasta el final de la vida laboral.
En ocasiones, los trabajadores tienden a relajarse en sus últimos años laborales, anticipando la jubilación, o se ven obligados a dejar de trabajar debido a despidos. Sin embargo, no cotizar en estos años cruciales puede resultar en graves pérdidas económicas en la pensión de jubilación.
Así se calcula tu pensión antes de la jubilación
El sistema actual de pensiones de la Seguridad Social se basa en los años cotizados y las últimas bases de cotización, factores decisivos para determinar la cuantía final de la pensión. Los últimos años cotizados son especialmente importantes ya que influyen significativamente en la base reguladora.
Según la Seguridad Social, la base reguladora se calcula dividiendo por 350 las bases de cotización de los 300 meses previos al mes anterior al evento causante. Esto implica que no cotizar durante los últimos años puede llevar a una reducción considerable en la cuantía final de la pensión.
Qué supone para la pensión no cotizar en los últimos años de la vida laboral
Para ilustrar este punto, consideremos el caso de un trabajador con 25 años cotizados que deja de trabajar a los 55 años y no cotiza hasta los 66 años y medio. Con una base de cotización media de 1.700 euros, su base reguladora sería de aproximadamente 786 euros si recibiera el 100% de la pensión. Sin embargo, solo le correspondería el 73% de esta base debido a sus 25 años de cotización, resultando en una pensión de unos 580 euros al mes.
Por otro lado, si el trabajador cotiza hasta la jubilación y esos 25 años son los últimos antes de retirarse, la base reguladora aumentaría a 1.457 euros, y la pensión mensual sería de aproximadamente 1.075 euros. Así, no cotizar en los últimos años podría reducir la pensión a la mitad.
Para aquellos que necesitan seguir cotizando en los últimos años, existen alternativas como el subsidio para mayores de 52 años o el cobro del paro, ambos contribuyendo a la cotización para la pensión de jubilación. Estos mecanismos están diseñados para personas mayores que enfrentan dificultades para reincorporarse al mercado laboral tras un despido.
Otra opción es suscribir convenios especiales con la Seguridad Social, permitiendo al trabajador pagar sus propias cuotas y mantener sus cotizaciones. Esto asegura que la pensión no se vea drásticamente reducida al llegar la jubilación.
Es crucial para los trabajadores comprender la importancia de cotizar hasta el final de su vida laboral. No hacerlo puede resultar en pérdidas significativas en la pensión, afectando gravemente su economía durante la jubilación. La Seguridad Social insta a todos los trabajadores a mantenerse informados y considerar todas las opciones disponibles para asegurar una jubilación digna y estable.