El próximo año, se prevé que haya un incremento significativo en las pensiones contributivas y no contributivas gracias a la revalorización impulsada por el Índice de Precios al Consumo (IPC), según ha señalado la Seguridad Social. El Gobierno en funciones ha estimado que este aumento deberá oscilar entre el 3,5% y el 4,5%, basándose en la variación del IPC durante los primeros nueve meses del año y la expectativa de cambios poco sustanciales en los meses restantes.
Es importante destacar que la falta de actualización de los Presupuestos Generales del Estado al inicio del año, debido a la demora en la formación del Gobierno, no va a comprometer la revalorización de las pensiones, según ha afirmado el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Este sería el tercer año consecutivo en el que las pensiones contributivas van a beneficiarse de un significativo aumento, siguiendo la fórmula establecida en la reforma de pensiones. Como se aprobó, esta fórmula tiene en cuenta el IPC y así evitar posibles pérdidas en el poder adquisitivo de los beneficiarios debido a la alta inflación que atraviesa el país, que viene arrastrando, primero desde la pandemia, y ahora por la guerra entre Ucrania y Rusia.
La pensiones subirán un 2% cada año hasta 2027
Además de la revalorización general, que se basa en la evolución de los precios, se contempla un incremento del 2% hasta el año 2027 para las pensiones no contributivas y las pensiones mínimas que se están situadas por debajo del umbral de pobreza. El objetivo es que, para el año 2027, la pensión mínima de jubilación contributiva con cónyuge a cargo alcance al menos los 16.500 euros anuales (equivalente a 1.178,5 euros al mes en catorce pagos), lo que va a representar un aumento del 22% en comparación con la cifra actual.
En este mismo contexto, es de esperar que las pensiones no contributivas experimenten un aumento superior al promedio de las pensiones, convergiendo hacia el 75% del umbral de pobreza establecido para un hogar unipersonal en el año 2027.
La política de la revalorización de las pensiones
Es esencial tener en cuenta que la política de revalorización de las pensiones se está manteniendo sólida a pesar de la falta de actualización de los Presupuestos Generales del Estado al inicio del año, lo que brinda una seguridad a los beneficiarios en cuanto a la preservación de su poder adquisitivo frente a la inflación.
En resumen, el panorama para el próximo año nos indica un aumento en las pensiones contributivas y no contributivas, que viene respaldado por la revalorización basada en el IPC. Además, se proyecta un incremento específico para las pensiones no contributivas y las pensiones mínimas hasta el año 2027, con el objetivo de que se eleve la pensión mínima de jubilación contributiva con cónyuge a cargo en un 22% con respecto a la cifra actual. Asimismo, se espera que las pensiones no contributivas converjan hacia el 75% del umbral de pobreza para un hogar unipersonal en el mismo período. Por tanto, son buenas noticias para los pensionistas, que verán cómo su poder adquisitivo se mantiene pese a la subida de los precios. Aunque para muchos, estas subidas no serán suficientes si se mantiene la tendencia actual con los precios.