En España la gestión y mantenimiento de las pensiones es un proceso que impone una serie de obligaciones a los ciudadanos, especialmente a aquellos que residen en el país y reciben una pensión por incapacidad o jubilación.
La exigencia fundamental radica en la presentación anual de un documento de declaración de ingresos, una medida destinada a justificar la continuidad de la prestación en el año siguiente.
El incumplimiento de esta obligación puede tener consecuencias graves, incluida la pérdida de la prestación o su suspensión temporal. Esta obligación no se limita únicamente a quienes tienen su residencia en España, ya que los ciudadanos españoles que viven en el extranjero y perciben una pensión también tienen su propia responsabilidad.
El documento para no perder la pensión
Los pensionistas españoles que residen en el extranjero deben presentar un certificado conocido como «Documento de Fe de Vida» en un plazo que no supere el primer trimestre del año. Este documento es esencial para aquellos que desean mantener su pensión mientras residen fuera del país. Las repercusiones de no cumplir con este requisito son paralelas a las que enfrentan los residentes en España que no presentan su declaración anual de ingresos.
Es crucial entender que esta carga de responsabilidad no se limita a la presentación de documentos. Los beneficiarios de prestaciones, ya sea en el país o en el extranjero, también están obligados a notificar cualquier cambio en su dirección de residencia, situación personal o económica en un plazo máximo de 30 días. Este procedimiento es esencial para garantizar la continuidad de la prestación en el año siguiente.
La falta de notificación puede resultar en la suspensión de la prestación, un escenario que varía según la ubicación del beneficiario y la necesidad de presentar la «Declaración Anual de Ingresos» en España o el «Documento de Fe de Vida» en el extranjero.
Cómo presentar los documentos
En un esfuerzo por facilitar y modernizar estos procesos, especialmente para los ciudadanos españoles que residen en el extranjero, se ha desarrollado una aplicación llamada ‘Vivess’. Esta aplicación, creada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social, permite a los pensionistas validar su «Documento de Fe de Vida» de manera rápida y guiada a través de sus teléfonos móviles, reduciendo así las complicaciones asociadas con el cumplimiento de esta obligación.
La falta de presentación o el retraso en la presentación del «Documento de Fe de Vida» no implica automáticamente la retirada permanente de la prestación. En cambio, el jubilado puede recibir una notificación sobre la suspensión temporal, la cual puede ser reinstaurada una vez que se presente la documentación requerida y sea debidamente analizada por los funcionarios responsables.
Para aquellos que experimentan una suspensión temporal debido a la omisión en la presentación de documentos, el Estado otorga un plazo extraordinario de 90 días como máximo para la presentación de la documentación y la recuperación de los pagos pendientes. En este contexto, la rapidez en regularizar la situación juega un papel fundamental, ya que una pronta regularización minimiza las pérdidas asociadas y acelera la recuperación de los pagos de la pensión que no se recibieron durante el período de suspensión.
El mantenimiento de las pensiones en España implica no solo el derecho a recibir una prestación, sino también la carga de responsabilidades que los beneficiarios deben asumir, ya sea en términos de presentación de documentos, notificación de cambios o utilización de herramientas tecnológicas como ‘Vivess’. La colaboración activa y oportuna de los beneficiarios es esencial para garantizar la continuidad y eficacia de este sistema de seguridad social.