En este nuevo año 2024, las pensiones contributivas y no contributivas en nuestro país han experimentado un incremento en sus montos, marcando pautas importantes para el bienestar financiero de los beneficiarios.
Sin embargo existen circunstancias particulares que puede derivar en la pérdida o reducción de parte del monto que recibía mensualmente.
Subida de las pensiones
La Seguridad Social ha anunciado que el límite máximo establecido para la percepción de las retribuciones públicas en el sistema de Seguridad Social y clases pasivas alcanzará los 3.175,04 euros mensuales o 44.450,56 euros anuales. Asimismo, la pensión media del sistema, situada en 1.200 euros, verá un aumento de 638 euros anuales, equivalente a 46 euros adicionales cada mes, según informa el servicio.
En este contexto, el año 2024 también ha contemplado la actualización de las pensiones de invalidez y jubilación en la modalidad no contributiva de la Seguridad Social. El Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) señala que el importe anual para estas pensiones no contributivas será de 7.250,60 euros, distribuidos en 12 mensualidades, junto con dos pagas extraordinarias al año.
Las no contributivas, dirigidas a aquellos ciudadanos que se encuentran en situación de necesidad protegible y carecen de recursos suficientes para subsistir, representan un pilar importante en el sistema de seguridad social español. Gestionadas por los órganos competentes de cada comunidad autónoma y las direcciones provinciales del IMSERSO en Ceuta y Melilla, estas pensiones son fundamentales para garantizar el sustento de quienes, por diversas razones, no han cotizado lo necesario para acceder a las pensiones contributivas.
En concreto, la no contributiva íntegra para el año 2024 se establece en 7.250,60 euros anuales, equivalente a 517,90 euros mensuales. Por su parte, la pensión mínima no contributiva se fija en el 25% de dicha cuantía, lo que significa que no puede ser inferior a los 1.812,65 euros anuales o 129,48 euros mensuales.
Es crucial destacar que estas cifras son puntos de referencia, ya que el cálculo exacto de la prestación individual depende de varios factores. El Imserso explica que la determinación de la cantidad que recibirá cada beneficiario se realiza en función del número de beneficiarios que conviven en el mismo domicilio, así como de sus rentas personales y/o de las de su unidad económica de convivencia.
La variabilidad en la cuantía de las no contributivas también puede deberse a cambios anuales, que pueden implicar la suspensión del pago o ajustes según las condiciones y el cumplimiento de los requisitos. Los pensionistas tienen la responsabilidad de presentar, en el primer trimestre del año, una declaración de sus rentas o ingresos y de los de su unidad familiar de convivencia, lo que permite al Estado ajustar las prestaciones en consecuencia.
Cómo perder hasta 129 euros de tu pensión
En casos específicos, donde una persona beneficiaria de una pensión no contributiva posee rentas o ingresos personales superiores al 35% del importe anual establecido para el año en cuestión (en este caso, 2.537,71 euros de los 7.250,60 euros anuales), la cuantía de la pensión se reducirá en un monto equivalente al excedente de los ingresos personales sobre dicho porcentaje.
Además, si la suma de las rentas o ingresos anuales de la unidad económica junto con la pensión no contributiva, después de las reducciones mencionadas, supera el límite de acumulación de recursos aplicable, se realizará una reducción adicional para no sobrepasar dicho límite. No obstante, garantizando un umbral mínimo, si el resultado de estas reducciones es inferior al 25% de la cuantía fijada inicialmente, la pensión mínima a reconocer será el 25% del importe establecido en la Ley de Presupuestos Generales del Estado, es decir, 1.812,65 euros al año o 129,48 euros al mes, según la Seguridad Social para los beneficiarios integrados en una unidad económica, y de manera similar para aquellos no integrados o cuando hay múltiples beneficiarios en la misma unidad. Este enfoque busca equilibrar la ayuda económica proporcionada con las condiciones y necesidades individuales de cada beneficiario de pensiones no contributivas en España en el año 2024.