El momento en el que se empieza a recibir un patrimonio por una herencia, representa un ingreso extraordinario, a priori positivo, pero que puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza si dependemos de una pensión no contributiva.
Si no se tiene en cuenta este riesgo, el escenario más extremo es que puedes quedarte sin tu pensión. Esto es debido a que la pensión no contributiva está destinada a aquellos o aquellas con pocos recursos, pero hay que tener en cuenta que, si los ingresos suben por encima de un cierto límite, sus consecuencias pueden llegar a ser drásticas.
Ingreso para cobrar una pensión no contributiva
El límite de ingresos anuales para que se mantenga el cobro de la pensión no contributiva está marcado por el Imserso en 7.250,60 euros. Lo que se quiere decir es que, si nos pasamos de esta cantidad, y eso incluye también que sea a causa de que se cobre una herencia o que se tiene otro tipo de ingresos, podríamos encontrarnos con que perdemos la pensión no contributiva.
Hay que tener en cuenta que no sólo estamos incorporando el hecho de que la herencia haya podido ser heredada a título particular. Si se vive con más personas y se reciben más ingresos por parte de ellos, podríamos encontrarnos con que ese ingreso mensual necesario para llegar a fin de mes puede perderse.
La normativa es clara: el total de ingresos de la familia no debe sobrepasar unos límites que están establecidos. Si la suma de lo que entra por la puerta de casa es mayor de lo que está permitido, ya no se cumplen los requisitos para continuar cobrando la pensión no contributiva, y es ahí cuando empiezan los problemas.
¿Qué debe hacerse en caso de recibir una herencia?
En caso de recibir una herencia, lo primero que hay que decir es que no debemos hacernos los despistados. Hay que comunicar al Imserso cualquier tipo de cambio de situación económica, personal o familiar que pudiera afectar a la pensión. Termina el procedimiento rápido, si no lo haces, tienes el riesgo de que te retengan la ayuda. La norma establece que si los ingresos anuales superan el límite por causa de la herencia, debes notificarlo.
Y no es sólo cumplir, ya que si no informas a tiempo que has recibido una herencia, no se queda sólo sin pensión, podrías verte obligado a devolver lo que ha cobrado por exceso, lo cual sería un duro golpe para alguien que depende de esa ayuda para subsistir.
La clave reside en actuar rápido. El plazo de notificación a las administraciones es de 30 días desde el momento en que aceptas la herencia. Y parece mucho tiempo, pero puede hacerse complicado si no estás bien informado. Y ojo, que no es sólo al Imserso al que debes avisar: la notificación va al Instituto Nacional de la Seguridad Social que gestiona realmente estas prestaciones.
Por tanto ya lo sabes, recibir una herencia puede ser una bendición, pero si cobras una pensión no contributiva, tal vez pueda salirte cara si no cumples a rajatabla con los pasos para informar de ese dinero extra. Y en estos casos perder la pensión no es un lujo que se puedan permitir muchos.
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