Desde el primer día de enero de 2025, las pensiones contributivas, lo que incluye la incapacidad permanente y las pensiones de jubilación y de viudedad, se revalorizarán a partir del Índice de Precios de Consumo, el IPC, medio interanual.
El cálculo medianamente verifique varia el IPC entre diciembre de 2023 hasta noviembre de 2024 con la determinación de que las pensiones no perderán el poder adquisitivo. La Ley General de la Seguridad Social, su artículo 58, estipula este hecho que hace que las pensiones no pierden valor.
Desde el presente año 2022, esta regla no busca evitar la pérdida de poder adquisitivo que se revalorizaba en enero con aquélla famosa paguilla que lograban que la inflación se compensase. Ahora se pasa directamente al IPC, ya no se pierde, se reduce el riesgo d la anterior compensación.
Cuánto subirán las pensiones
En estos momentos no existe un porcentaje revalorización de las pensiones de incapacidad permanente para el año 2025, pero si se tienen en cuenta las proyecciones de los expertos como los de Funcas ahorrarán que la subida al IPC estará alrededor un 3,2%. Se da por hecho que teniendo en cuenta estas proyecciones las pensiones van a quedar de la siguiente manera: Para el régimen general de pensiones, la pensión media seguiría progresando respecto a 1.184,63 euros y subiría a 1.220,17 euros al mes.
Los autónomos para esos mismos regímenes pasarían de una pensión media de 887,35 euros a 913,97 euros y en el caso de los trabajadores del mar la pensión de 1.191,05 euros a 1.226 ,78 euros. En el caso de la minería del carbón, la pensión de 1.947,86 euros pasaría a una pensión de 2.006,29 euros y la de accidentes de trabajo, de 1.338,03 euros a 1.378,17 euros, respectivamente. Las pensiones mínimas de incapacidad permanente no van a tener una subida superior al IPC, como las mínimas de jubilación, viudedad o pensiones no contributivas donde los incrementos parecen no llegar, al menos de momento.
Cuándo se sabrá de forma definitiva
Habrá que esperar un poco más para saber el cálculo exacto. A finales del mes de noviembre el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará un dato preliminar del IPC pero no será hasta el 13 de diciembre cuando se confirme la revalorización concreta de las pensiones para el año 2025 —con dicha información se determinará cuál será la nueva revalorización de cada tipo de pensión—.
Aunque la revalorización entre en vigor el 1 de enero, el nuevo incremento no será abonado hasta finales de mes: la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) siempre abona las pensiones a mes vencido. Aun así, en el caso de España, lo habitual es que los bancos y otras entidades tengan la práctica de adelantar el pago de las pensiones de forma habitual, en un momento determinado, normalmente durante el periodo que va del 23 al 25 de cada mes.
Por lo tanto, si todo sigue igual, los beneficiarios de pensiones de incapacidad permanente verán reflejado en sus cuentas corrientes dicho aumento de pensiones sobre un 25 de enero de 2025. En resumen, los cambios para las pensiones de incapacidad permanente en el año 2025 irán en línea con el mantenimiento del poder adquisitivo frente a las variaciones de la inflación. A pesar de que aún falten algunos detalles por concretarse, sí se puede ir anticipando que la idea sigue siendo proteger a aquellas personas que dependen de estas prestaciones para que no pierdan valor en el tiempo. Aun así, habrá que estar atentos a las cifras finales y a las modificaciones que publique el gobierno en las próximas semanas.