La Seguridad Social cambia las normas que debe seguir para 2025 con una acción dirigida a los salarios más elevados: una nueva cuota de solidaridad iniciará su aplicación el 1 de enero. De este modo se quiere endurecer el sistema de pensiones públicas ante un creciente envejecimiento poblacional, además del efecto que tendrán las generaciones del baby boom en el ámbito económico. La nueva cuota de solidaridad tiene como destinatarios a quienes superen la base máxima de cotización, actualmente fijada en 4.909 euros al mes.
La cuota de solidaridad, recogida en la reforma de pensiones de 2023, supondrá un pago extra para las personas trabajadoras con mayores salarios. ¿Con qué objetivo? Asegurar la sostenibilidad del sistema, aunque esta cuota no servirá para incrementar el importe de sus futuras pensiones.
¿Cómo afecta esta medida de Seguridad Social?
La cuota de solidaridad se aplicará de manera progresiva sobre el salario que exceda a la base máxima de cotización. Informaos mediante un práctico ejemplo: si el trabajador cobra 7.363,5 euros al mes (50 por ciento más que la base máxima), la cotización adicional calculada es la siguiente: primero, un 0,92 por ciento sobre el 10por ciento que supere la base máxima (los primeros 10 por ciento), lo que se reflejará en un gasto de 4,5 euros al mes. A continuación, el 1 por ciento del incremento desde el 10 por ciento hasta el 50 por ciento de la base máxima de cotización, con lo que tendrá lugar una aportación de 19,63 euros al mes.
En definitiva, el trabajador, aportará 24,13 euros al mes, o sea, 289,56 euros al año. Aunque la cifra gasto-dinero-importe mensual parece que no es demasiado astronómica, se verá un incremento progresivo hasta el año 2045, cuando se prevé que los tipos de los diferentes tramos sean el 5,5 por ciento, el 6 por ciento y el 7 por ciento.
Más cotización, la misma pensión
Otro de los ajustes que se implementará, también a partir del año 2025, será la subida del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Este ingreso que tienen que pagar todos los trabajadores, pasará del 0,7 por ciento al 0,8 por ciento de la cantidad en concepto de salario bruto. Es cierto que esto puede parecer una nimiedad, pero también irá progresando de forma que se alcanzará hasta el 1,2 por ciento de la cantidad en concepto de salario bruto en el año 2029. Todas estas medidas son parte de una maniobra más general del Gobierno para mejorar la sostenibilidad del sistema de pensiones que sólo puede seguir un curso y este es el que tenemos marcado.
Este aumento de la base máxima de cotización viene añadido por un incremento del 4 por ciento en el año 2025 por parte del Gobierno para intentar potenciar o incluso igualar ingresos y gastos en un sistema notablemente presionado cada vez más por el envejecimiento demográfico. Por lo tanto, hay un cambio en la cotización con una apuesta por la sostenibilidad, pero claro está que hay una contribución de coste para los bolsillos más llenos. Para algunos, habrá la sensación de que con la Seguridad Social no existe escapatoria cuando hace falta arrimar el hombro.