Debes saber esto si estás en paro. Así afecta a tu futura pensión

Cuando las personas están paro cobrando una prestación por desempleo, surgen interrogantes sobre cómo afecta esa situación a la pensión de jubilación

Así afecta estar en paro a tu pensión

Así afecta estar en paro a tu pensión

La jubilación y su correspondiente pensión son aspectos centrales para la Seguridad Social, ya que hablamos del bienestar financiero de los trabajadores al culminar su vida laboral. La pensión, en esencia, representa una prestación que se materializa cuando un individuo deja de desempeñar sus funciones laborales, ya sea por alcanzar la edad establecida o por acumular el tiempo de servicio requerido, siempre sujeto a las condiciones específicas establecidas por las normativas gubernamentales.

En este año 2024, se plantea que la edad legal de jubilación será de 66 años y seis meses. No obstante, este umbral puede variar según los años cotizados, siendo posible jubilarse a los 65 años si se ha alcanzado un mínimo de 38 años de cotización. Esto subraya la influencia directa de las cotizaciones en la determinación de la edad de jubilación y, por consiguiente, en la configuración de la pensión correspondiente.

El acceso a una pensión contributiva implica cotizar durante un período mínimo de 15 años, con al menos dos de ellos anteriores a la solicitud de la prestación. La base reguladora, el componente clave en el cálculo de la pensión, se incrementa gradualmente a medida que se acumulan más años de cotización, alcanzando el 100% con una trayectoria laboral extensa. Este enfoque fomenta la responsabilidad financiera y recompensa la dedicación sostenida al mercado laboral.

Cómo afecta el paro a la pensión

Un aspecto interesante a considerar es cómo los períodos de desempleo impactan en las cotizaciones para la jubilación. Mientras se percibe una prestación contributiva por desempleo, las cotizaciones continúan, gestionadas por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Este mecanismo garantiza que, a pesar de la situación de desempleo, se mantenga la aportación al sistema de seguridad social, basándose en la media de las cotizaciones activas en los últimos seis meses.

No obstante, esta continuidad en las cotizaciones no es automática en todos los escenarios. En situaciones de prolongado desempleo sin prestaciones contributivas, se generan lagunas de cotización que afectan negativamente a los años acumulados y, por ende, al porcentaje aplicado a la base reguladora. Esto se materializan cuando el SEPE no cotiza durante los periodos de desempleo, teniendo un impacto especialmente relevante en la pensión pública por jubilación.

Diferencias entre pensión contributiva y no contributiva

Es crucial distinguir entre prestaciones contributivas y no contributivas, ya que mientras algunas garantizan la cotización para la jubilación, otras, como el subsidio por desempleo, solo cubren contingencias específicas. En el caso de los trabajadores autónomos, la situación difiere, ya que las lagunas de cotización no se completan automáticamente como en el caso de los empleados por cuenta ajena.

Para contrarrestar los efectos negativos de estas situaciones, en algunos escenarios de percepción de una pensión no contributiva, se ofrece la posibilidad de cotizar de forma individual para la jubilación mediante un convenio especial con la Seguridad Social. Este aspecto resalta la importancia de comprender las implicaciones a largo plazo de las decisiones laborales y subraya el papel crucial que desempeñan las cotizaciones en la configuración de la pensión de jubilación. En última instancia, la planificación financiera a lo largo de la carrera laboral emerge como una herramienta esencial para garantizar una jubilación segura y estable.

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