Todas aquellas personas que se encuentren con una discapacidad diagnosticada, dentro de un grupo concreto, y sólo hayan podido cotizar cinco años –o más– a la Seguridad Social, contarán con la posibilidad de recibir la jubilación anticipada aunque, por norma, el Gobierno sólo la concede a aquellos que sumen una cotización muy superior. Desde el 1 de junio de 2023, cuando entró en vigor la norma, a través de un Real Decreto para la mejora del acceso a la jubilación anticipada, las personas con discapacidad superior al 45% tienen una oportunidad de recibir la prestación con una cotización notablemente inferior.
La reducción de años de cotización a la Seguridad Social exigidos, como mínimo, para personas con este porcentaje del 45% –o más– de discapacidad, pasa así de 15 años a 5 años después de la decisión aprobada por el Consejo de Ministros en los últimos meses. La aceptación de este caso especial al que los ciudadanos pueden acogerse de cara a cobrar la jubilación anticipada viene dada desde el momento en que se apruebe el diagnóstico de esta capacidad en un porcentaje como el marcado por la ley.
Así las cosas, aquellas personas que tengan más de una patología de discapacidad podrán optar, en caso de querer solicitarlo, a la jubilación anticipada. El requisito es tener al menos un 45% de discapacidad, diagnosticada, en una medida con la que el Gobierno de España cree que se duplicará el número de pensionistas de esta categoría con respecto a los de antes de la aprobación del Real Decreto.
Hay que destacar cuál es la edad mínima de jubilación para aquellas personas con una discapacidad del 45% o superior, con los requisitos cumplidos. Serán los 56 años los que marquen el límite para considerar la jubilación anticipada en este grupo de personas, mientras que si la discapacidad diagnosticada es igual o superior al 65%, la edad mínima de jubilación con cotización de al menos 5 años a la Seguridad Social es de 52 años.
Los beneficiarios de esta pensión por jubilación anticipada son aquellos trabajadores, por cuenta propia o por cuenta ajena, que estén incluidos de alguna manera dentro del régimen de la Seguridad Social. Ahora bien, tendrán que acreditar una serie de requisitos entre los que destaca estar de alta en la Seguridad Social, así como también que a lo largo de la vida laboral de una persona se haya trabajado en un periodo equivalente al mínimo de cotización que se va a exigir para acceder a la pensión de jubilación de manera anticipada, con un grado de discapacidad igual o superior al 45%. Por último, al menos una de las dolencias que aparecen reflejadas en el certificado de discapacidad tiene que aparecer en el listado de patologías con un mínimo el 33% del total del grado de discapacidad acreditado.
Patologías para pedir la jubilación anticipada
- Discapacidad intelectual
- Parálisis cerebral.
- Anomalías genéticas: Síndrome de Down Síndrome de Prader Willi, Síndrome X frágil, Osteogénesis imperfecta, Acondroplasia, Fibrosis Quística, Enfermedad de Wilson
- Trastornos del espectro autista
- Daño cerebral adquirido: Traumatismo craneoencefálico, secuelas de tumores del SNC, infecciones o intoxicaciones
- Anomalías congénitas secundarias a Talidomida
- Secuelas de polio o síndrome postpolio
- Enfermedad neurológica: esclerosis lateral amiotrófica (ELA), esclerosis múltiple, leucodistrofias, síndrome de Tourette, lesión medular traumática.
- Enfermedad mental: Esquizofrenia, trastorno bipolar.