El horizonte laboral para aquellos que tienen intención de acogerse, en el momento oportuno, a su jubilación, a partir de 2025, presenta novedades significativas. Fundamentalmente, las pensiones mantendrán un alza del 2,8% en función del Índice de Precios de Consumo (IPC) de acuerdo a lo publicado por la Seguridad Social, desde donde se asegura que, con esta medida, en vigor desde el comienzo del año 2021 se garantizan que las pensiones mantengan su poder adquisitivo en un contexto inflacionario.
Por tanto, un jubilado cuya pensión actualmente es de 1.441 euros mensuales verá incrementada su pensión jubilatoria hasta que alcance los 1.481,35 euros mensuales para el 2025, lo que supondría, en anualidades, un alza de 564,87 euros anuales. También los planes de pensiones de la Seguridad Social serían nuevamente incrementados en este sentido: las pensiones contributivas y las del Régimen de Clases Pasivas del Estado también se verían afectadas por este cambio.
Además, la pensión máxima también crecería más de lo habitual hasta alcanzar 3.267 euros mensuales. Por otro lado, la ordenación de la pensión de jubilación también se vería modificada al igual que la edad mínima de esta pensión, que afectaría a los individuos que durante muy pocos años completan la cotización exigida. Veamos cómo se concretan todos estos cambios a la hora de plantearse cómo se cobrarán las futuras jubilaciones.
Cambios en la edad de jubilación en 2025
El 1 de enero de 2025 será el nuevo momento propio de la reforma de las pensiones. Aquellas personas que no puedan acreditar 38 años y 3 meses de cotización deberán esperar hasta los 66 años y 8 meses para acceder a la jubilación ordinaria, o lo que es lo mismo, dos meses más que en 2024. En cambio, las personas que acrediten una cotización de 38 años y 3 meses de cotización podrán aún mantener la jubilación a los 65 años, lo que supone un incentivo para las personas que puedan trabajar durante el tiempo suficiente. Este cambio responde a la forma gradual que se realizó para llegar, culminando, en el año 2027, cuando la jubilación sin penalizaciones será para todo el mundo de 67 años, salvo que se demuestre que uno ha cotizado durante un periodo de tiempo suficiente. Y ya se ha expresado que la jubilación anticipada es posible, pero con penalizaciones. Por ejemplo, un trabajador que cumpla 65 años de edad y tenga cotizada hasta esa fecha en un período mínimo de 15 años podrá jubilarse a los 63, si cumple la cuota de cotización, aunque ello implicará un recorte proporcional de su pensión.
Así quedan las pensiones después de la subida del IPC.
Los 2,8% influirán claramente en las distintas escalas de pensiones. Por ejemplo, aquellos que cobren hoy 1.200 euros al mes, dentro de dos años cobrarán 1.233,60 euros. Las pensiones que actualmente se sitúan en 1.800 euros mensuales verán incrementado su importe en 50,40 euros lo que representa 1.850,40 euros mensuales. Las pensiones máximas también se benefician de una notable subida: en 2025 la cuantía máxima alcanzará los 3.267 euros mensuales, lo que supone que el Gobierno quiere mejorar las prestaciones calculadas a partir de las bases de mayor cotización. Recordemos que tal medida fue incluida en la reforma de Escrivá que preveía un incremento progresivo más amplio hasta el año 2050.
En el caso de los trabajadores que quieran calcular su pensión, el método que se mantiene es el siguiente: se suman las bases de cotización del trabajador calculando es correspondiente a los últimos 25 años y dividiéndola entre 350. Una vez se ha llegado a la base reguladora, se hace el cálculo del porcentaje a aplicar según los años de cotización.