Las incapacidad temporal ha sido una preocupación constante para la administración pública, y este 2024 ha marcado un aumento notable en los casos. De acuerdo con los datos más recientes, las bajas laborales han experimentado un incremento del 13% en comparación con el mismo periodo del año anterior, 2023, cuando se registraron más de ocho millones de bajas por enfermedad.
Este aumento en las bajas laborales no puede separarse del impacto de la pandemia del coronavirus, que ha dejado una huella indeleble en los procesos relacionados con la salud laboral en España.
La incapacidad temporal es un periodo en el que el estado de salud del trabajador le impide desempeñar sus funciones habituales, justificando así su ausencia temporal del trabajo. Sin embargo, cuando una enfermedad u otro problema de salud persiste y afecta significativamente la capacidad del trabajador para realizar cualquier actividad laboral, esta baja temporal puede transformarse en una incapacidad permanente. El proceso de transición de una baja temporal a una incapacidad permanente no es automático ni sencillo, ya que implica un análisis detallado y meticuloso por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Cuánto dura la incapacidad temporal
El tiempo máximo que la ley permite para una baja temporal es de 18 meses. Durante este periodo, el trabajador debe someterse a revisiones médicas y controles periódicos para confirmar que no está en condiciones de regresar a su puesto de trabajo. Es fundamental que el estado de salud del empleado sea monitoreado regularmente, ya que al alcanzar el límite de 18 meses, el Instituto Nacional de la Seguridad Social debe evaluar el caso y decidir entre tres posibles situaciones.
En primer lugar, el Instituto Nacional de la Seguridad Social puede determinar que el trabajador debe ser beneficiario de una prestación por incapacidad permanente, si el historial médico del trabajador así lo respalda. Es importante destacar que, aunque la solicitud de incapacidad permanente puede ser realizada por el propio trabajador antes de alcanzar el periodo máximo de baja temporal, esto activa un procedimiento en el cual el Instituto Nacional de la Seguridad Social está obligado a responder dentro de los 135 días hábiles. Si no se recibe una respuesta en este plazo, el proceso sigue su curso habitual.
Otra opción es que el Instituto Nacional de la Seguridad Social conceda el alta médica, si los informes médicos indican una notable mejoría en la condición del trabajador. En este caso, se consideraría que el empleado está en condiciones de reanudar sus funciones laborales habituales.
La tercera posibilidad que maneja el Instituto Nacional de la Seguridad Social es la de otorgar una prórroga extraordinaria, lo cual permitiría al trabajador continuar con su baja temporal más allá del periodo inicial de 18 meses, si se considera que existe la posibilidad de recuperación en un plazo razonable.
Cuánto se cobra con una incapacidad permanente
En cuanto a la pensión por incapacidad permanente, esta se clasifica en diferentes grados según la severidad de la condición del trabajador. Una incapacidad permanente parcial implica una reducción de la capacidad laboral del 33%, pero permite al trabajador desempeñar otras actividades laborales. Una incapacidad permanente total significa que el trabajador no puede realizar las funciones de su puesto habitual, pero podría trabajar en otro tipo de empleo. En el caso de una incapacidad permanente absoluta, el trabajador no está en condiciones de realizar ninguna actividad laboral. Finalmente, la incapacidad en grado de gran invalidez se otorga cuando el trabajador requiere asistencia diaria para realizar actividades básicas de la vida diaria.
Este complejo proceso asegura que las decisiones del INSS estén fundamentadas en un análisis exhaustivo del estado de salud del trabajador, buscando siempre la mejor solución posible tanto para el empleado como para el sistema de seguridad social.