La Seguridad Social está elaborando una Ley que beneficiará a miles de trabajadores de sectores en condiciones de trabajo de extrema dureza. La nueva norma que permitirá la jubilación anticipada será de aplicación efectiva en febrero de 2025. La nueva norma tiene como objetivo proteger a los trabajadores que desarrollan su actividad en condiciones de trabajo especialmente penosas o peligrosas permitiendo la jubilación anticipada frente a la jubilación ordinaria. Según las fuentes del ministerio de Seguridad Social, hará falta que la abonada esté ya funcionando para que las y los trabajadores empiecen a beneficiarse de este derecho, por lo que las primeras personas podrían empezar a beneficiarse de este derecho después del verano de 2025.
El procedimiento establece un plazo de seis meses entre que un sector presenta su solicitud y se toma una decisión. Pero no a todos los sectores, sino a ciertas ocupaciones con elevados índices de siniestralidad o de bajas laborales. El consejo de ministros aprobó esta normativa como urgente en octubre de 2024, avanzando en un campo de batalla que ha sido reclamado durante años por sindicatos y organizaciones laborales. Con su aprobación se busca más justicia y atención a la realidad de quienes lidian con condiciones extremas en su vida cotidiana.
Así funciona la nueva norma
El procedimiento para acogerse a los coeficientes reductores comienza en el momento en que los colectivos que representan al sector afectado las solicitan. Estos tendrán que demostrar que las condiciones laborales son una justificación para la jubilación anticipada. Después de la solicitud, la Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social contará con un plazo de seis meses para emitir su propia resolución. Entre los beneficiarios potenciales destacan los transportistas, las camareras de piso y los profesionales de ayuda a domicilio, grupos que llevan un tiempo reivindicando este derecho.
La norma considera el análisis de la siniestralidad laboral, la incidencia de las enfermedades profesionales y de otros indicadores clave, poniendo foco en la edad y el sexo de los trabajadores mediante esta medida que no llega a los trabajadores que tengan regímenes especiales (policías, mineros, marineros, etc.) y solamente se aplicará cuando no quepan posibilidades de adaptar el puesto de trabajo para minimizar las condiciones adversas.
El impacto de la protección social para la jubilación
Dicha modificación forma parte de la última reforma de pensiones en curso, que busca reforzar la protección social de las ocupaciones particularmente exigentes desde el plano físico o el plano psíquico, tal como remarcó la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, quien ha querido poner de manifiesto que se encuentra ante un buen avance en la ampliación de los derechos, así como también en ofrecer un marco de certidumbre en los trabajos. Esta norma supone un avance significativo en cuanto a la posibilidad de reducir la edad de jubilación de los trabajos cuyo entorno es excepcional (atendiendo grupos de trabajo que son un poco peligrosos, tóxicos o insalubres que no sólo tienen en cuenta las bajas por accidente de trabajo, sino también las derivadas de enfermedades comunes, buena parte de ellas de origen laboral).
El mes de febrero será un antes y un después para estos colectivos, que por fin obtendrán la respuesta a sus reclamaciones durante tanto tiempo solicitadas. Si bien queda mucho camino recorrido, el camino que se inicia promete transformar la vida de muchos trabajadores en España.