El Black Friday está a la vuelta de la esquina, y muchos ya preparan sus carteras para cazar esas grandes ofertas que las tiendas nos prometen. Pero ojo que la Unión Europea está pisando el acelerador para poner freno a las ofertas engañosas. La última sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) va a cambiar las reglas del juego. Si las marcas no juegan limpio, podrían meterse en un buen lío.
El problema de las «ofertas de mentira» lleva tiempo dando vueltas. Seguro que alguna vez te has encontrado con un producto que aparece con un descuento del 50%, pero, sorpresa, ¡un par de días antes el precio era más bajo! No es un truco nuevo, pero ahora la Justicia europea ha puesto cartas en el asunto para evitar estas artimañas.
En el centro de la polémica está Aldi Süd, uno de los grandes supermercados alemanes, que fue acusado de ofrecer rebajas sobre precios inflados a última hora. En este caso, Aldi anunció una oferta en plátanos a 1,29 euros, promocionando un descuento del 23% sobre un precio previo de 1,69 euros. El problema es que, unos días antes, esos mismos plátanos estaban a 1,49 euros. El descuento real era mucho menor de lo que anunciaban, y esa táctica no cuela.
Los precios del Black Friday
El TJUE ha sido muy claro, y el precio rebajado debe calcularse sobre el precio más bajo que el producto haya tenido en los últimos 30 días. Ni trucos ni medias verdades, el objetivo es proteger a los consumidores de caer en estas trampas de «ofertas mágicas» que, en realidad, no son nada especiales.
Esto no es un simple tirón de orejas para Aldi, sino una llamada de atención a todo el sector. Si los comercios no cumplen con esta normativa, las sanciones pueden ser bastante serias. Las multas pueden llegar hasta los 100.000 euros, y en casos graves, podrían incluso superar esa cifra. Y todo esto justo antes del Black Friday, la época dorada para las promociones.
España y la guerra de los precios
España ya lleva tiempo lidiando con esta mala práctica de los comercios. De hecho, la Ley de Ordenación del Comercio Minorista exige que las rebajas se calculen sobre el precio más bajo del último mes. Esta regla no es nueva, ya que viene recogida desde 1998 en una directiva europea. Así que aquí no hay excusas para los que jueguen a la picaresca.
Esto significa que, si el producto ha bajado de precio durante el mes de noviembre, el descuento del Black Friday deberá calcularse sobre ese precio más bajo. En otras palabras, la estrategia de subir el precio justo antes de aplicar la rebaja oficial ya no tiene cabida en este panorama.
Si eres de los que esperan pacientemente el Black Friday para hacer sus compras navideñas, es probable que notes menos «superofertas» que antes. Las tiendas tendrán que ajustar sus precios y ser más honestas con sus descuentos, o arriesgarse a enfrentarse a multas millonarias y a una mala reputación.
La Unión Europea no quiere que nadie nos tome el pelo con las ofertas. Así que, para los que solían inflar precios y luego disfrazarlos de descuento, se acabó el chollo. Parece que el Black Friday este año estará bajo la lupa, y el truco de la falsa rebaja ya no va a colar.