Pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un requisito indispensable para todos los conductores en España, que se realiza cada uno, dos o cuatro años dependiendo de la antigüedad del vehículo.
Este examen garantiza que los vehículos circulen en condiciones seguras y respetando las normativas medioambientales. Sin embargo, existen varios aspectos que suelen pasar desapercibidos y pueden resultar en una suspensión del examen.
Desde septiembre del año pasado, se ha implementado una nueva norma centrada en las emisiones de los vehículos, afectando principalmente a los coches fabricados a partir de 2006.
Nuevas medidas para pasar la ITV
Las estaciones de ITV ahora revisan exhaustivamente los sistemas de control de emisiones. Esta medida busca reducir el impacto ambiental de los vehículos, pero también implica que cualquier fallo en este sistema puede resultar en la negativa del certificado de la ITV. Es crucial asegurarse de que tu coche cumple con estos requisitos antes de la inspección.
Uno de los aspectos menos conocidos pero igualmente importantes es el funcionamiento de los sistemas antihielo y antivaho. Durante la inspección, se verifica que el aire caliente salga correctamente por la parte interior del parabrisas. Si estos sistemas no funcionan adecuadamente, se considera una falta leve. Aunque acumulando varias faltas leves, tu coche podría no pasar la ITV. Asegúrate de que estos sistemas están en perfecto estado antes de la inspección.
Los neumáticos juegan un papel crucial en la seguridad y en el resultado de la ITV. La normativa establece que la profundidad mínima del dibujo de los neumáticos debe ser de 1,6 milímetros. Unos neumáticos desgastados no solo ponen en riesgo tu seguridad, sino que también pueden llevarte a suspender la ITV. Revisa periódicamente la profundidad del dibujo y el estado general de tus neumáticos para evitar sorpresas desagradables durante la inspección.
Dos aspectos clave que pasan desapercibidos
El estado de la carrocería también es objeto de revisión. Los profesionales de la ITV inspeccionan visualmente que no haya óxido ni corrosión en el vehículo. La presencia de estos elementos puede considerarse una falta grave, lo que significa una suspensión inmediata de la ITV. Mantén tu vehículo en buen estado estético y funcional para evitar este tipo de problemas.
Finalmente, los limpiaparabrisas son otro componente crucial que puede hacerte suspender la ITV. Un mal funcionamiento de las escobillas o la falta de líquido limpiaparabrisas se consideran faltas graves. Estos elementos son esenciales para una correcta visibilidad durante la conducción, especialmente en condiciones climáticas adversas. Antes de la inspección, verifica que tus limpiaparabrisas funcionen correctamente y que el depósito de líquido esté lleno.
Multas por no pasar la ITV
La sanción por no tener la ITV en regla puede variar. Si llevas menos de dos meses sin pasar la ITV, se considera una falta leve con una multa de hasta 200 euros. Sin embargo, si tu vehículo ha suspendido la ITV y sigues circulando, la multa puede ascender a 500 euros, sin posibilidad de pronto pago. Además, en casos graves, el vehículo puede ser inmovilizado hasta que se solucione la situación.
Mantener tu vehículo en condiciones óptimas no solo garantiza tu seguridad y la de los demás, sino que también te ahorra problemas y sanciones económicas. Revisa estos aspectos clave antes de tu próxima inspección para asegurarte de pasar la ITV sin contratiempos.