El material más barato que sustituirá al hidrógeno en el futuro de los coches

El sector del motor busca alternativas sostenibles para la movilidad y las marcas siguen desarrollando combustibles basados en el hidrógeno

El material barato que sustituirá al hidrógeno en los coches

El hidrógeno se presenta como una alternativa sostenible para el futuro de la movilidad en el planeta. Las grandes marcas de coches están desarrollando motores propulsados gracias a este combustible que será el fin de una nueva etapa para este sector. Sin embargo, cuando aparece una idea revolucionaria surgen otras que tienen como objetivo mejorar sus características y condiciones de uso.

En esta ocasión, a la pila de combustible de hidrógeno le ha salido un competidor en el mundo del motor. Y es que un grupo de investigadores del Massachusetts Institute of Technology y la Universidad de Harvard han desarrollado un proceso eficaz que es capaz de convertir el dióxido de carbono en formiato, un avance que podría revolucionar el futuro de los coches.

El dióxido de carbono (CO2) se presenta como una alternativa eficaz para convertir este elemento en formiato, un material líquido o sólido que podría utilizarse como el hidrógeno o el metanol para poder alimentar una pila de combustible y generar electricidad en los coches.

La evolución de los coches de hidrógeno en el futuro

Si queremos entender por qué los investigadores han querido convertir el dióxido de carbono en formiato, primero hay que saber de qué se trata este elemento y qué ventajas presenta para el mundo del motor.

El material barato que sustituirá al hidrógeno en los coches
El material barato que sustituirá al hidrógeno en los coches

El formiato de potasio o sodio ya se utiliza en este sector como descongelante, ya que no es un producto tóxico ni contaminante. Además, su almacenamiento y transporte es muy sencillo, y puede permanecer estable en depósitos de acero ordinarios para su uso durante meses o incluso en unos años después de su producción.

Las ventajas que presenta el formiato como elemento combustible para los coches no se ha desarrollado como algo novedoso, ya que se lleva investigando desde hace años por sus posibilidades en el mundo del motor.

Sin embargo, los procesos de conversión ya han tenido problemas con la baja eficiencia del carbono, o producen combustibles que pueden ser complicados de manejar, tóxicos o inflamables.

Las ventajas del nuevo proceso en la actualidad

Los investigadores japoneses que han desarrollado esta nueva alternativa al motor de hidrógeno para el futuro, parece que han resuelto este problema de forma eficaz. Y es que según refleja esta investigación, el nuevo proceso consigue una conversión muy superior al 90% y elimina la necesidad de la etapa de calentamiento.

Para ello, convierten primero el dióxido de carbono en una forma intermedia, el bicarbonato metálico líquido. Posteriormente, se convierte vía un proceso electroquímico en formiato líquido de potasio o sodio.

El proceso completo, que incluye la captura y conversión electroquímica del gas en un polvo sólido de formiato que se utiliza en una pila de combustible para producir electricidad, se demostró a escala en laboratorio.

Por lo tanto, aún queda tiempo para que podamos usar esta nueva alternativa al motor de hidrógeno al mercado. A pesar de que los investigadores del Massachusetts Institute of Technology esperan que este proceso sea escalable, y pueda suministrar calor y electricidad sin emisiones a viviendas particulares.

Y es que las primeras aplicaciones domésticas, explican los investigadores, podrían consistir en una unidad electrolizadora del tamaño de un frigorífico para capturar y convertir el dióxido de carbono en formiato.

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